Tecnología
Nueva York persigue la venta de seguidores y ‘likes’ falsos en redes sociales
2 de febrero de 2019
El uso en las redes sociales de bots que se hacen pasar por usuarios reales se ha extendido como una mancha. Y, efectivamente, está manchando y falseando la interacción, difundiendo bulos (fake news) y afectando inclluso a procesos electorales (desde las elecciones de EE UU que dieron la presidencia a Donald Trump al referéndum del ‘brexit’).
Siendo como es un problema de enormes repercusiones, parece lógico que los poderes públicos persigan el uso ilícito de estos bots. Nueva York, por ejemplo, ha decidido perseguir la venta de seguidores y de likes (‘me gusta’) falsos en las redes sociales.
El estado de Nueva York ha sentenciado en contra de Demuvi, una compañía que usaba bots para crear perfiles falsos en redes sociales y de ese modo mejorar las estadísticas de famosos e influencers, por considerar que estas prácticas constituyen un «fraude online».
Demuvi, una empresa ya desaparecida, se había especializado en vender servicios para cuentas de personalidades famosas como artistas, deportistas o políticos. La compañía alteraba las estadísticas de Twitter, YouTube, LinkedIn, SoundCloud y Pinterest creando perfiles falsos que expresaban opiniones haciéndose pasar por personas reales. De todo ellose ocupaban bots o personas individuales, denominadas ‘titiriteros’.
La fiscalía de Nueva York ha probado que Demuvi llegó a robar y utilizar las fotografías de perfil de cuentas reales sin su consentimiento, y también, en ocasiones, sus propios nombres. Además, la empresa vendía publicidad en canales de influencers, sin aclarar que se trataba de contenido patrocinado.
El CEO de la compañía ha recibido una multa de 50.000 dólares por estas prácticas. Sin embargo, según CNN, esta cantidad sólo cubre los costes de la investigación. Los medios norteamericanos estiman que Demuvi recaudó 15 millones de dólares con la venta de cuentas falsas.
En su fallo, Laetitia James, fiscal general de este estado norteamericano, denuncia el uso en redes sociales de bots que se hacen pasar por usuarios reales, y que «a menudo roban identidades de personas reales para llevar a cabo fraudes». James advierte que su oficina perseguirá la venta de seguidores falsos en redes sociales, así como comentarios, ‘me gusta’ y visualizaciones.
Según la fiscal, estas prácticas son especialmente sensibles dada la influencia de estas plataformas en las personas, y con ellos la empresa implicada «engañó e intentó afectar la toma de decisiones de las audiencias de las redes sociales».