Sucesos
32 venezolanos fueron víctimas en 2018 de desapariciones forzosas en la frontera
5 de febrero de 2019
Según la data que maneja la Fundación Progresar (con base a información suministrada por la Fiscalía) de las 218 personas que fueron denunciadas como desaparecidas en 2018, 32 son de nacionalidad venezolana, consideradas todas, víctimas de desaparición forzosa en la frontera colombo-venezolana.
Los sectores de Nuevo Escobal,–reseña diario La Opinión- San Faustino (Cúcuta), Puerto Santander y La Parada (Villa del Rosario) ubicados en el área metropolitana, siguen siendo los escenarios propicios para la desaparición forzada, los homicidios y la permanencia de grupos criminales.
Según la Fundación Progresar, la desaparición forzada sigue marcando la pauta y para 2018, Norte de Santander fue el segundo departamento, después de Antioquia con el mayor número de denuncias ante la Fiscalía de desapariciones forzadas en Colombia.
El 29 de diciembre de 2018 a las 4:30 de la tarde un nuevo caso de desaparición forzada ocurrió en el Nuevo Escobal, cuando Joe Walter Güiza Malpica y un conocido que lo acompañaba se dirigieron hacia Ureña pero en su ruta se perdió el rastro de los dos hombres de 36 años.
“Primero se trató de un secuestro”, afirmó una de sus familiares, “porque los tipos llamaron a pedir dinero: primero, $10 millones por cada uno, y después, $20 millones, por cada uno”.
Aunque intentaron negociar, “los tipos se perdieron después de las 11 de la noche”, y luego de enviarles fotografías en las que se veía a Güiza, arrodillado; a su amigo, fuertemente golpeado en el rostro, y ambos amarrados.
Güiza, técnico en reparación y mantenimiento de computadores, y su amigo, tecnólogo, solo cometieron un error: llegar a la frontera y toparse con criminales que tienen el dominio territorial del sector.
“Hemos encontrado que en ese sector de Escobal, Nuevo Escobal y Ureña (Táchira) desde hace muchos años ha estado en manos de la criminalidad”, señala Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar.
La trocha La Isla, una de las más conocidas, “siempre ha estado bajo control de alguien y nos ha llamado la atención, porque no es un secreto para nadie”, afirma el director, quien enfatiza en que por allí han pasado paramilitares, grandes contrabandistas, pero también, combos, de menos de cinco bandidos.Según relatos de los vecinos, al parecer se estaría usando una casa abandonada para torturar personas, afirma Cañizares, desde la que se escuchan terribles gritos.
“Nos llama mucho la atención, por ejemplo, cómo este sector es utilizado para desaparecer personas”, agregó. “Es una cosa realmente macabra”, en un ciclo de eventos que casi siempre se vinculan a la Policía, bien por contubernio, bien por negligencia.
Sin embargo, la Policía Metropolitana de Cúcuta afirmó que en el sector hay personal tanto uniformado como encubierto, y sobre el caso en mención, afirmaron que se atendió y se esperan los resultados de las investigaciones, agrega el diario colombiano.
Miriam Bustos