Desidia, abandono y vandalismo han conducido al colapso total de las infraestructuras deportivas ubicadas en varios sitios del parque Marginal del Torbes, espacio tradicionalmente utilizado por los sancristobalenses para las actividades físicas y de esparcimiento.

Juegos biosaludables, caminadoras y otros asociados a las actividades físicas han sido destruidos, vandalizados o sencillamente robados por personas que se dedican al reciclamiento de hierro, con lo cual esta estructuras pasaron de ser un instrumento para el cultivo del deporte a convertirse en un objeto preciado, sobre todo en el mercado negro de materiales ferrosos.

Casi la totalidad de juegos, se encuentran inoperativos, muy pocos los que se pueden utilizar, ya que han robado parte de sus piezas, dejándolos inservibles para jóvenes y personas de la tercera edad, quienes habitualmente acuden a estos espacios para tratar de realizar actividades físicas.

Sumado a los hurtos y robos  de piezas de los juegos, aquellos que no han sido vandalizados, sencillamente no están operativos, ya que se han deteriorado y no pueden usarse, pues poseen oxido y se han “trancado” por lo que son simplemente estructuras inservibles.

En algunos tramos del mismo parque, igualmente se aprecia como parte de la zona peatonal donde se hayan anclados juegos, se ha hundido y tras de estos movimientos, los aparatos ya empiezan a desplazarse hacia las grietas, con lo cual seguramente, estos se perderán.

 “Robadas luminarias”

Los actos de vandalismo no solo se han centrado en el daño y robo de aparatos, sino también en el hurto de las redes eléctricas y luminarias, las cuales han sido completamente desincorporadas de sus anclajes y solo quedan los postes del otrora alumbrado.

A lo largo del parque, no queda una sola luminaria en buen estado y toda la red de tendido y cableado es inexistente por el mismo vandalismo.

Por la ausencia de alumbrado público, es imposible que quienes acuden a estos sitios, acudan en los horarios nocturnos, ya que sumado a la oscuridad por la falta de luminarias la inseguridad es total, por la elevada presencia de delincuentes, quienes precisamente se han encargado del robo de las estructuras recreativas.

“Áreas verdes destruidas”

El abandono de las áreas verdes igualmente no pasa desapercibido, pues la grama y espacios arborizados, están completamente marchitos o en su defecto, incinerados, por lo que el panorama es sumamente desalentador.

En algunos sitios, las plantas ornamentales han sido robadas o sencillamente se han secado, pues no son regadas.

Cercas perimetrales de canchas de fútbol, están igualmente destruidas y carentes de cualquier tipo de mantenimiento, por lo que es previsible que estas estructuras colapsen en su totalidad.

Pablo Eduardo Rodríguez