Salud
Cuatro nuevas enfermedades de transmisión sexual que preocupan a los expertos
10 de febrero de 2019
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) se están convirtiendo en una de las mayores preocupaciones para los expertos por un nuevo repunte de las mismas como consecuencia de un mayor número de relaciones sin protección y, además, por la aparición de nuevos tipos de infecciones, alguna de ellas cerca de convertirse en una amenaza para la salud pública.
Hace unos meses se empezó a hablar mucho de la Mycoplasma genitalium, una enfermedad de transmisión sexual poco conocida puede convertirse en la próxima superbacteria. Esta es solo una de las cuatro que a día de hoy están comenzando a preocupar a los expertos, según informan desde la BBC.
La Mycoplasma genitalium afecta a entre el 1% y 2% de las personas, especialmente jóvenes. Puede imitar a la clamidia o gonorrea y puede manifestarse con una irritación de la uretra y el cuello uterino, llegando a dañar el sistema reproductor femenino, provocando infertilidad, abortos espontáneos y partos prematuros.
La segunda en esta lista es la Neisseria meningitidis (conocida también como meningococo). En los peores casos puede llevar a una meningitis invasiva y afectar gravemente al cerebro o a la médula espinal. Entre el 5 y 10% de los humanos son portadores de Neisseria meningitidis en su nariz o garganta, por lo que la transmisión de esta puede darse a través del sexo oral, entre otros contactos íntimos, aunque una cuestión sobre la que se sigue estudiando al no haber certezas claras.
Se ha establecido que hasta cinco tipos de Neisseria meningitidis son la causa de la mayoría de infecciones a nivel mundial. Para luchar contra estas existen dos vacunas capaces de ofrecer cierta protección.
La tercera es la Shigella flexneri (shigelosis o disentería de Shigella), que se transmite por el contacto con heces humanas. Científicos han certificado su repunte en las últimas décadas entre hombres homosexuales y bisexuales. Es una bacteria que ha aprovechado el sexo anal-oral para expandirse a toda velocidad y que, además, se está volviendo resistente a la azitromicina, que también se usa para combatir la gonorrea. Se manifiesta a través de fuertes calambres en el estómago y diarreas con sangre y mucosidad.
Por último, el Linfogranuloma venéreo (LGV), que está causado por cepas de Chlamydia trachomatis y se puede manifestar desde un grano a una úlcera genital. En el peor de los casos puede invadir el sistema linfático del cuerpo. Los expertos señalan que se ha vuelto cada vez más común en Europa y Norteamérica. Puede llegar a afectar a intestino, colon o recto.
Vía 20minutos / BBC