Sucesos
Piden buscar cadáver de un tachirense presuntamente asesinado en la frontera
13 de febrero de 2019
Familiares de un joven tachirense de 23 años, acudieron a las autoridades colombianas para que les ayuden a recuperar su cadáver en una trocha fronteriza, donde les aseguran que está, tras ser asesinado porque supuestamente era “informante de la guerrilla”.
De acuerdo a la información que le hicieron llegar a la familia, el cuerpo de Ronald Martínez Ruiz, estaría en la trocha conocida como “La Guaya”, informó diario La Opinión.
La hermana del venezolano Ronald Martínez Ruiz, desaparecido y presuntamente asesinado por desconocidos en la frontera, no puede evitar las lágrimas al recordar que su ser querido está muerto y peor aún que no ha podido encontrar su cadáver, reseña el diario.
Desde el martes pasado se inició la trágica historia para la familia de Martínez, cuando desapareció mientras salió a vender miel, como acostumbraba todos los días.
“Él vendía la miel en San Antonio, estado Táchira, y también caminaba hasta Ureña”, dijo la hermana del muchacho que además, sufría epilepsia.
Sin embargo, -dice- un macabro señalamiento por parte de un grupo armado ilegal que delinque en la zona fronteriza entre Colombia y Venezuela, al parecer, desencadenó en la muerte del joven.
“No busque más a su familiar, porque él está muerto, por ser informante de la guerrilla”, esas fueron las tajantes palabras que desconocidos le dijeron a los familiares de la víctima.
También les ordenaron que se fueran del sector de La Mulata del municipio Pedro María Ureña, en Venezuela y no siguieran buscando el cadáver.
La única pista que tienen los dolientes es que el cuerpo de Martínez fue abandonado en la mencionada trocha, entre el corregimiento San Faustino y Venezuela.
Sin embargo, por la complicada situación de orden público en la zona, ninguna autoridad binacional ha podido verificar si efectivamente allí está.
Aún así, la única certeza que tiene la familia Martínez es unas fotografías que le hicieron llegar, se observa al muchacho retenido y golpeado.
Miriam Bustos