Otros dos venezolanos fueron asesinados en los últimos días en el vecino territorio colombiano, en hechos aislados y circunstancias diferentes.
Inicialmente se reportó el homicidio del larense, Eduar Enrique Molina Briceño, de 26 años, a quien en medio de una riña con un sujeto, murió de una puñalada en el pecho, en el barrio San Francisco, en Bucaramanga. Al parecer la discusión empezó porque el victimario le robó a la víctima, el celular que una tercera persona, le había dejado empeñado.º
Ambos -víctima y victimario. Trabajaban como vendedores ambulantes en las adyacencias de la plaza de Mercado de San Francisco. Como Stiven David Montoya Ruiz, de 22 años, fue identificado el autor del asesinato. Ya fue detenido.
“El problema comenzó por un teléfono. Mi cuñado (Molina) había ido a una bodega de aguacates y estando allá se le cayó un celular que una señora le había dejado empeñado por 50 mil pesos. Como la señora vino a buscar el teléfono, mi cuñado fue a buscarlo, ahí un muchacho le contó que Stiven lo había agarrado”, relató una cuñada de la víctima.
Molina Briceño buscó a Montoya y le reclamó por el celular; la discusión fue subiendo de tono hasta que se fueron a los golpes y el venezolano terminó muerto.
En el otro hecho, en una carretera polvorienta de la zona rural de Tibú, fue hallado el cadáver del venezolano Adrián Eduardo Aguilar Pinzón, de 21 año, quien fuera asesinado a balazos, la noche del jueves, en la vía que conduce a la vereda La Silla. (MB)