Ramos, estrella mexicana-estadounidense de Univisión, llegó el martes a Miami tras ser retenido en Caracas el día antes junto a otros cinco periodistas durante una entrevista al presidente Nicolás Maduro.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa de Venezuela -SNTP- recordó en Twitter, tras el revuelo que causó la retención de Ramos, que «son al menos 30 las detenciones de periodistas y trabajadores de los medios registrados en los dos primeros meses de 2019».
El lunes por la noche, Ramos y su equipo fueron retenidos durante más de dos horas en la sede presidencial venezolana cuando, según su versión, Maduro se disgustó porque le hicieron ver un video de unos jóvenes muy delgados que comían de la basura.
Supuestamente, en ese momento el gobernante se levantó, abandonó la entrevista, los comunicadores fueron retenidos y su equipo confiscado.
«Si Maduro no es tan cobarde, si tiene los pantalones para dar la cara, que muestre la entrevista completa, nadie la va a editar», prosiguió el reportero de una de las dos mayores cadenas hispanas de Estados Unidos.
Y este martes, un periodista venezolano de Telemundo, Daniel Garrido, cubría la noticia de la expulsión de Jorge Ramos cuando según su cadena «fue secuestrado».
«Un grupo de individuos armados y sin identificar lo forzó a subirse a un vehículo y le cubrió la cabeza con una capucha. Tras interrogarlo por seis horas y quitarle sus equipos de trabajo, los secuestradores lo liberaron sin explicación alguna y sin devolverle sus equipos», dijo Telemundo en un comunicado.
«No es la primera vez que Daniel ha sido hostigado durante el ejercicio de su labor periodística. En ocasiones anteriores, ha sido víctima de acoso físico y le han robado sus equipos», dijo. AFP