Nuevamente los árboles plantados en la escuela Rafael Álvarez de Táriba requieren ser podados.
Los frondosos Apamates, que en estos momentos están soltando sus hojas, así como dan sombra y son un atractivo adorno natural, de tan importante institución pueden ser un peligro.
Los vecinos de la carrera 7 con calle 5 y 4, temen que uno de los añejos árboles caiga en cualquier momento, y ocasione daños a quienes por allí pasan entre ellos muchos escolares que a diario van a estudiar a la escuela, o a un vehículo así como a las casas que están al frente.
El llamado es a Protección Civil, a la Alcaldía y a los entes competentes para que corten o poden el árbol, que está a punto de caer y se quiere evitar una tragedia.
Hace algunos años se cortaron los árboles y se evitó lo que pudiera ser un peligro anunciado y ahora se espera que suceda lo mismo.
Omaira Labrador