(AFP) El líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países, aseguró el jueves en Brasilia que volverá a su país “en los próximos días, a pesar de las amenazas”, tras ser recibido por el presidente Jair Bolsonaro.
“Recibo amenazas personales y familiares, pero también amenazas de encarcelamiento por parte del régimen” de Nicolás Maduro, dijo Guaidó en una declaración a la prensa junto a Bolsonaro. “Aun así, esto no va a evitar nuestro retorno a Venezuela”, agregó.
El presidente paraguayo, Mario Abdo, anunció por Twitter que recibiría a su vez a Guaidó el viernes en Asunción. El joven legislador, de 35 años, no confirmó ese anuncio, limitándose a decir que tenía agenda prevista el fin de semana y el lunes, antes de afirmar: “A más tardar vuelvo [a Venezuela] el lunes”.
Maduro ha dicho que Guaidó deberá responder por burlar la ley, pues la justicia afín al gobierno le había prohibido salir del país.
Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional venezolana, participó el lunes en Bogotá en una reunión del Grupo de Lima, formado por una decena de países latinoamericanos y Canadá, que se comprometieron a estrechar el cerco económico y diplomático sobre Maduro sin recurrir a la fuerza, una posibilidad que había dejado abierta Estados Unidos.
El líder opositor llegó a declarar que todas las opciones debían estar sobre la mesa, aunque luego aclaró que se trataba de opciones no militares. Y este jueves, junto a Bolsonaro, declaró: “Estamos luchando por elecciones libres, en el marco de la Constitución”.
Según el internacionalista Ronald Rodríguez, del Observatorio de Venezuela de la Universidad colombiana del Rosario, Guaidó no tiene otra opción que volver a su país, para ponerse al frente de la oposición.
“La realidad es que muchos de ellos ya empiezan a sentir que está pasando el cuarto de hora de este momento, y saben que si se les pasa no va a ser fácil salir de Nicolás Maduro”, señaló.
El líder opositor contaba con un levantamiento popular y militar el pasado sábado, para dejar entrar camiones con ayuda humanitaria, en gran parte estadounidense, enviados desde las fronteras con Colombia y Brasil. Pero Maduro cerró las fronteras y esa operación fracasó.
Así y todo, 567 miembros de las fuerzas armadas venezolanas han desertado y cruzado a Colombia desde el sábado y una docena a Brasil.
Guaidó denunció además este jueves el secuestro de tres miembros de su equipo que estaban regresando de la frontera colombiana a Caracas y exigió “su libertad inmediata”.