El 17 de mayo de 2015, ante un marco impresionante de más de 35 mil almas, fue la última vez que la hinchada aurinegra gritó a los cuatro vientos: ¡Táchira campeón!, la conquista de la octava estrella, en el estadio Pueblo Nuevo, el bien llamado “Tempo del Fútbol”, frente al Trujillanos FC, ganador del Apertura, choque de vuelta, de la doble tanda para definir el campeón absoluto de la temporada 2014-2015.
Apenas unos días antes, en el estadio Olímpico de la capital del país, contra su más encarnizado rival, el Caracas FC, en un partido histórico, con gol de Wilker Angel a los 93´10, para la paridad en el marcador y con el empate lograr el título del Torneo Clausura, ya la fanaticada amarilla y negra avizoraba la que sería la conquista de la ansiada octava estrella.
Táchira por sus fueros
Juan Domingo Tolisano, nacido en suelo tachirense, en su capital San Cristóbal, hijo de Sergio y sobrino de Angel Carlos, uno de los grandes jugadores extranjeros que han vestido la casaca amarilla negra, argentino, acaba de llegar al banquillo del ocho veces campeón nacional, con la promesa cierta de devolver la alegría a la afición aurinegra.
Restan solo 28 días para que se cumplan los cinco años cuando la fanaticada local festejó hasta rabiar el último galardón de su “Táchira del alma”, en su propio búnker del coloso de Pueblo Nuevo. Jugadores y cuerpo técnico, con Daniel Farías a la cabeza, dieron la vuelta olímpica en señal de triunfo, sin que hasta el momento se haya podido repetir este logro.
Con la obtención de la octava estrella, Edmundo Kabchi, presidente de la institución amarilla y negra decidió vender el equipo, pasando a manos del Grupo JHS con el joven empresario Jorge Silva al frente. Pasados más de cuatro años y aún no ha podido los nuevos dirigentes conseguir un nuevo galardón.
Han pasado varios directores técnicos luego de la salida de Edmundo Kabchi y Daniel Farías, y todavía la afición tachirense continúa en la dulce espera, sin que la sonrisa haya vuelto a sus rostros, gritar a todo pulmón: “Campeones, campeones, campeones”.
Ya se estrenó el comunicador social y entrenador en el banquillo del Deportivo Táchira, el pasado domingo, con debut victorioso, ante el Deportivo Anzoátegui y con testimonio de la afición local, en el estadio Pueblo Nuevo, un 3-0 contundente que pudo ser más.
Goleó y gustó el equipo independientemente el rival no haya sido el mejor examen-último en la tabla de posiciones-, no obstante en la retina de la fanaticada quedó gravada la imagen de un equipo distinto al que venía jugando bajo el timonel de otro hijo del Táchira, Giovanni Pérez.
Rescató Tolisano la cohesión de los jugadores dentro del terreno de juego, así como el deseo de salir con ganas de triunfar, algo indispensable por cuanto el Deportivo Táchira F.C. es una institución que merece estar en la cima.
“Queremos darle la mayor alegría a la afición, al club, lo merecen y nosotros trataremos de que los jugadores se sientan bien para que puedan, a través de su juego, lograr los objetivos”, confesó el joven entrenador a los periodistas al término del partido dominical.
Lo primordial es llenar de confianza a cada uno de los jugadores, acotó, para que desde lo individual, puedan proyectar un buen desenvolvimiento posteriormente en lo colectivo, para buscar el resultado en los partidos, a través del convencimiento propio, del mayor volumen de juego.
El joven estratega refirió que los jugadores están mentalizados en extender la ruta victoriosa para continuar avanzando, tanto en el estilo de juego como en la clasificación, con miras al octogonal.
Está claro que el gran objetivo es clasificar a la liguilla, meterse en el grupo de los ocho, para de allí ir en pos del título que da un cupo a la Copa Libertadores del 2020.
No duda el técnico, la grandeza y el profesionalismo de la institución amarilla y negra, por lo tanto considera necesario el engranaje desde lo deportivo, para igualar el crecimiento y mejoramiento observado en lo organizacional.
Sabe y entiende Juan Domingo Tolisano de todo el peso que significa dirigir un club de los quilates del Deportivo Táchira, el de mayor afición en el país, el que cuenta con más seguidores y con la afición más exigente, conocedora del fútbol hasta la médula, no se le puede meter gato por liebre.
Pero el joven estratega, quien viene de cumplir un trabajo importante en los equipos Zulia, Carabobo y Mineros, tiene como norte volver a traer la alegría a la fanaticada, quiere ser profeta en su tierra, decirle a tirios y troyanos que viene con la firme intención de convertirse en el primer entrenador nacido en esta tierra que le da una estrella al glorioso Deportivo Táchira.
Homero Duarte Corona