A diario los tachirenses tienen que ingeniárselas para lograr llevar los productos de la cesta básica a su hogar, pues a causa de los bajos salarios y la galopante inflación, el sueldo que devenga le impide adquirir los alimentos necesarios que le permitan tener una dieta adecuada.
El elevado costo de las carnes rojas, cuyo valor proteínico es muy esencial para cualquier ser humano, es tal vez una de las mayores preocupaciones para los consumidores, ya que es esencial en la dieta básica, no obstante el consumo de estas ha disminuido por los precios, sumado a que los cortes no son los mejores y de óptima calidad.
En los mercados y carnicerías de San Cristóbal, el precio de la carne de primera calidad, llámese pulpa negra, solomo de cuerito o en su defecto chocozuela, es vendido el kilo entre los 36 mil y 38 mil bolívares, cifras que prácticamente convierten este producto en incomprable para una persona que gana apenas un salario mínimo, ya que debe destinar también parte del sueldo al pago de servicios públicos, educación y transporte, ello si el consumidor no paga arriendo.
En lo referente a cortes de segunda, pecho, sobrebarriga y lagarto, su costo es de unos 36 mil bolívares por kilo, mientras la costilla se sitúa en una banda entre los 24 a 26 mil bolívares.
Carlos Olivares, vendedor de carne en el mercado La Ermita, dijo que ante el incremento que se viene experimentando en el rubro cárnico, el consumo ha descendido en más de 50 %:
“Ya muy poca gente viene a comprar cortes de primera o de segunda. Muchos de nuestros asiduos clientes han optado por comprar hueso rojo, cuyo costo es de 6 mil bolívares, o sencillamente no adquirir carnes rojas y hasta prefieren llevarse a su casa un kilo de tripa, que se vende en unos 6 mil a 7 mil bolívares, dependiendo si ésta es sola o revuelta, con la cual realizan guisos”.
Prefieren vísceras
A causa de los precios astronómicos de la carne roja, ya la gente hace cola para comprar vísceras y asaduras, que son mucho más baratas, pero que ante la elevada demanda, se hacen insuficientes y son vendidas rápidamente.
Explicó el carnicero que el callo y el hígado tienen un costo de 20 mil bolívares por kilo, mientras que la chinchurria unos 8 mil bolívares.
“Las vísceras no escapan a los altos precios, hace muchos años se regalaban pues nadie las buscaba, hoy en día son un producto perseguido y muy difícil de conseguir, ello por la elevada demanda”, recordó.
Para variar- declaró-, las personas también han optado por comprar la llamada garra de cochino, freírla y sacar aceite con ella para frituras, pero cada kilo es vendido en los 15 mil bolívares, mientras que una pata en 20 mil bolívares, cortes que son de tercera pero que son muy buscados por el bajo valor en comparación a otras carnes.
Bajo consumo de pollo
Zaida Matos, que por muchos años ha laborado en el mercado Los Pequeños Comerciantes, declaró que la venta de pollo igualmente ha sufrido un descenso de más de un 60 %, pese a que asegura que esta proteína animal es la más económica en el mercado:
“El pollo es lo más barato que existe, pues el kilo entero se vende en 26 mil bolívares, las mollejas en 18 mil bolívares, las patas de pollo en 20 mil y los pescuezos en 14 a 17 mil bolívares, eso dependiendo de la cantidad que nos suministren las distribuidoras. También las alas son muy requeridas, ya que cuestan unos 18 mil bolívares”.