José Rujano Guillén, recién cumplió los 37 años de edad, el pasado 18 de febrero, y aún se mantiene activo, en busca de reverdecer laureles, se resiste a colgar la bicicleta.
Cuando todo el mundo apuesta al retiro definitivo, sin nada que buscar en el pedalismo activo, después de una carrera llena de éxitos, el nacido en Santa Cruz de Mora, estado Mérida, sale de las cenizas como el ave Fénix, y vuelve al protagonismo.
Y para no dejar dudas de sus grandes cualidades de escalador, “El Cara de Niño”, uno de los tantos apelativos que recibió el pequeño pero gran corredor en su época de oro, se acaba de coronar campeón de la montaña del Grand Prix Du Sapeurs de Guadalupe, que sin ser una competencia de grandes escaladas, el rutero emeritense dejó claro que aún le queda cuerda para pelear los puestos de honor en los puertos montañosos.
Haciendo un poco de historia, José Rujano sorprendió a propios y extraños cuando en el Giro de Italia de 2005, segunda carrera por etapas más importantes del mundo después del Tour de Francia, en calidad de debutante, se tituló rey de la montaña, ganó la etapa reina e hizo podio, fue tercero al término de la competencia.
Después vinieron otra serie de conquistas, entre las de mayor importancia: cuatro títulos individuales de Vuelta al Táchira, una corona de Vuelta a Colombia, también ganador de una Vuelta Ciclista a Venezuela, amén de otros logros en el contexto internacional.
En medio de su euforia, el volver a saborear las mieles del triunfo luego de varios años de orfandad, el pequeño gigante merideño atinó a decir a los periodistas: “contento con la victoria, venía trabajando para conseguirlo, y hoy puedo decir que otra vez estoy en lo más alto de la carrera. Dedico el triunfo a mis hijas, a mi hijo y a toda mi familia en Mérida y Venezuela; también una dedicatoria especial a todas esas personas que dejaron de creer en mí”.
Vendrán más competencias en lo que resta del año para el devenir de José Rujano, con la seguridad que seguirá batallando arriba de la bicicleta, siempre tratando de dejar en todo lo alto el nombre de su Mérida natal y Venezuela.
Uno de los objetivos del hijo de Santa Cruz de Mora y que lo ha repetido en más de una ocasión, es cerrar con broche de oro su carrera de pedalista de ruta activo, y de cara a esa premisa, es un obsesionado en conquistar la quinta corona de Vuelta al Táchira, ser el primer quíntuple campeón en la historia del Giro Andino. Ahora mismo es el único que ha ganado la justa tachirense en cuatro ediciones.
Martín Emilio “Cochise” Rodríguez, Álvaro Pachón Morales, ambos colombianos y el venezolano Manuel “El Gato” Medina, la han ganado en tres ocasiones cada uno.
Otros títulos para corredores criollos
Aunado al galardón de José Rujano en el renglón de la montaña dentro del Grand Prix de Guadalupe, John Nava conquistó la modalidad de la Combinada; Carlos Torres, campeón de los Sprints y Jonathan Salinas hizo suya una de las etapas de la competencia.
Otro de los logros de ruteros nacionales en el exterior, el subtítulo de Edwin Becerra en el Grand Prix de la Ville du Vauclin, prueba fehaciente de que los ciclistas criollos tienen capacidad y calidad para figurar allende de las fronteras patrias.
Homero Duarte Corona