Regional
Dejarán de traer ganado al Táchira porque están trabajando a pérdida
23 de octubre de 2017
La distorsión de precios en el mercado no solo afecta el patrón de compra y consumo de los tachirenses, sino también el de los comerciantes quienes a diario tratan de subsistir. En el caso del rubro cárnico la situación se agudiza, ya que aseguran que la mayoría de carniceros están trabajando a pérdida, por ello algunos van a dejar de traer ganado a la entidad desde hoy lunes.
“A nosotros como nos venden el ganado, vendemos la carne. Pero la rentabilidad es tan baja, que los carniceros estamos teniendo pérdidas, incluso muchos no van a traer ganado desde el lunes porque no es rentable”, manifestó un vendedor respecto a la situación de la proteína en el estado, que este domingo se ubicó entre 40.000 y 65.000 bolívares el kilogramo.
El costo es poco accesible para quienes devengan un salario mínimo, Bs 136.543, ya que solo alcanzaría para tres kilos de carne si se compra a 40.000 bolívares, si no alcanza para menos.
—Yo fui a comprar un kilo de costilla y me pidieron 40.000 bolívares, es decir, 40 millones de los de antes. Eso es una barbaridad, lamentablemente en mi casa dejaremos de comer carne y nos centraremos en productos más económicos— dijo visiblemente molesto el señor Pedro Suárez a la salida de una carnicería en La Concordia.
Según los comerciantes, la alteración de los costos no está en ellos sino en otro eslabón de la cadena, específicamente en quienes venden el ganado en pie.
—Mucha gente cree que los carniceros se están enriqueciendo, pero la realidad es que se están empobreciendo porque no nos dan el equilibrio para tener una ganancia y con la presura que tiene la carne para salir la vendemos al mismo precio que la que compramos la vez anterior, y eso nos genera pérdidas. Un kilo de carne a 40 mil bolívares, no sustenta los gastos de un negocio— explicó el mismo vendedor, que prefirió mantener en reserva su nombre.
Variación de precios
Y es que el precio de la carne varía según el establecimiento. En los bodegones no se baja de los 65 mil bolívares, en los frigoríficos oscila entre 40 y 50 mil bolívares, y en los mercados populares ronda los 40 mil.
—Estamos conscientes que la carne fuera del mercado es mucho más cara, porque esto es un mercado popular y lamentablemente con estos precios no se pueden mantener los negocios, pero también entendemos que la gente no puede pagar más. La gente se lamenta, y busca lo más económico. Pero la realidad es que el consumo de carne bajó, y el de vísceras se triplicó— comentó Morales, encargado de un puesto en el mercado Los Pequeños Comerciantes.
Aunado a ello, los vendedores deben lidiar con otros gastos que también fluctúan de precios progresivamente. Por ejemplo, el transporte (flete) que subió 2.000 % según afirmaron algunos comerciantes.
—La mayoría de carne que se expende en el Táchira viene de Santa Bárbara de Barinas y Socopó. Pero los fletes subieron demasiado, yo antes pagaba 400 mil bolívares pero hoy supera el millón de bolívares, hasta millón y medio piden por un flete. Y lo peor es que la carne sigue subiendo, su tendencia es al alza— señaló Morales.
Mariana Contreras
“Agradecemos fiscalizaciones a toda
la cadena, no solo al eslabón final”
El Gobierno nacional anunció la fiscalización de los precios de la carne de res y el pollo, hecho que agradecen los carniceros si los fiscales se centran en el objetivo que es, porque -a su juicio- siempre supervisan y sancionan al último eslabón de la cadena.
—He escuchado que van a dirigirse a los mataderos, pero estos son prestadores de servicios. Hay que tener cuidado con eso. Deben fiscalizar las fincas desde donde sale el ganado, para que vean a cómo lo están vendiendo. Nosotros que somos el último eslabón, no tenemos nada que ver con el aumento. A nosotros, como nos venden el ganado, vendemos la carne— expresó.
En cuanto al contrabando de este rubro, voceros ligados al sector aseguraron que es algo público y notorio para todos los organismos del Estado:
“Esto no es nuevo para nadie. Hace más de tres años se están llevando el ganado por los caminos verdes, en camiones y sin guías, a precios exorbitantes. Y los distribuidores no pueden competir con esos precios, que a la final tampoco podrán pagar los consumidores en el producto final”. (MC)