La falta de civismo de los ciudadanos y la falta de políticas por parte de la municipalidad para mantener limpios los espacios públicos, ha convertido todas las áreas de la plaza Miranda, en La Concordia, en un verdadero muladar, como suele ser muy común observar como calles y avenidas, al igual que parques y cualquier sitio de recreación, hayan sido convertidos en depósitos de basura en donde pululan las ratas e insectos.
En esta plaza, aceras y áreas verdes, han sido convertidas en un relleno sanitario, que solo es comparable con un sitio de disposición final como lo suele ser el vertedero de San Josecito, donde se lanza toda clase de residuos.
Aceras y áreas verdes literalmente han sido convertidas en un muladar, en las que se asegura, vecinos de la zona, comerciantes y dueños de restaurantes, se han dado a la tarea de lanzar desechos, que se han transformado en un verdadero dolor de cabeza, pues la pestilencia que despiden los residuos se han transformado en el enemigo de los mismos residentes de esa zona, ya que los olores y fetidez, son ya inaguantables.
Aunque aseguran algunos vecinos que ocurren retrasos en la recolección del servicio de aseo urbano, también aclaran las fuentes que la ausencia de compromiso de algunas personas con la ciudad, les lleva a lanzar de manera indiscriminada a la calle las basuras, caso que se replica en la plaza Miranda.
La permanencia de los residuos en la plazuela, que según denunciantes tiene ya varias semanas, genera un cuadro de insalubridad, ya que los olores son muy intensos, al punto que quienes transitan por los lugares donde se han vertido los desechos, le es insoportable el hedor a mortecino.
Es tal el nivel de contaminación en los predios de la plaza, que indigentes y personas de muy escasos recursos, se han dado a la tarea de colectar desechos de cartón, papel y plástico, ya que estos abundan en los tres puntos en los que se han vertido decenas de kilos de basuras.
Las papeleras y cestas instaladas en la plaza, sencillamente son un elemento decorativo, ya que estas permanecen limpias, lo que contrasta con los espacios públicos completamente abarrotados de basura.
La municipalidad debe tomar medidas para mantener los espacios limpios y sancionar, en serio, actuando y no de palabra a las personas que lanzan allí la basura.
Pablo Eduardo Rodríguez