Tras  tener conocimiento  de un hecho criminal o notitia criminis que recién había ocurrido en San Cristóbal  y  se difundió  ampliamente en las redes sociales, reforzada  por la posterior denuncia de un familiar, el Gaes21-Táchira logró, por presión, que dos delincuentes que habían secuestrado a una mujer y la llevaban con rumbo  incierto en su propio carro, la dejaran en libertad y también abandonaran el vehículo.

La álgida situación tuvo lugar el martes en la tarde, luego de que por las redes sociales se conociera que dos hombres portando armas de fuego cortas y largas,  habían interceptado a una mujer de 38 años, asistente médico, en una autolavado  de la avenida Lucio Oquendo,  y  por la fuerza, que abordaron el vehículo que ella conducía, un Toyota Corolla, dorado, placa AC950KE,  y huyeron con  ella con destino desconocido.

Una vez el comandante del Gaes21-Táchira, coronel Julio César Ferrer, tuvo conocimiento de la situación,  asignó a laUnidad de Investigación Central, para que iniciara las actuaciones correspondientes que permitieran acorralar a los antisociales que pese que luego abortaron el plan, ya habían incurrieron en los delitos de Robo Agravado de Vehículo y  Secuestro Breve.

Cumpliendo instrucciones del comandante, funcionarios pertenecientes  a la mencionada  unidad de investigación,  realizaron  trabajo de campo,  patrullaje de saturación y análisis telefónico en toda  la jurisdicción, logrando ubicar el vehículo de la victima por la avenida Carabobo cruce con la avenida Francisco Cárdenas.

Allí también hallaron a la víctima, sana y salvo, quien informó que los sujetos  que  la habían secuestrada optaron por abandonarla  en ese  lugar, junto con el vehículo,  y  se dieron a la fuga en dos motos conducidas por igual número de cómplices, en vista de que alguien los llamó por teléfono  para  alertarlos de que el secuestro había  sido denunciado por las redes sociales y en consecuencia, estaban siendo activamente buscados.

El objetivo del secuestro habría  sido de tipo extorsivo, por cuanto  una vez sometieron a la mujer, le dijeron  que por su rescate exigirían 20 mil dólares,  dinero con el que, valga decir, no cuenta ni ella ni la familia. (MB)