Para el Vicepresidente de Estados Unidos “se acabó el tiempo del diálogo”. Soberbia y prepotencia que se transmite a grupos extremos que quieren resolver diferencias por la vía violenta.
El Presidente Maduro y las naciones independientes del mundo que son mayoría, insisten en el diálogo y el acuerdo para la convivencia, en respeto a las diferencias. Seguramente sin exponerse ellos mismos ni exponer sus hijos, será esa anhelada “intervención militar” para “reponer la democracia”. Es decir, para agarrar ellos el “coroto” como dice nuestro pueblo comúnmente.
Estas ansias por apoderarse de las riquezas de Venezuela, obvias por parte de la potencia imperial, tienen manifestaciones cercanas por parte de sectores opositores extremos, aliados de EEUU en su plan de destruir nuestro pueblo para tomar del poder. Citgo, no es otra cosa màs que un vulgar asalto, al igual que la toma de Monómeros del Caribe. Ejemplos de disociación con apoyo de gobiernos que violan todas las reglas. Uno por servil y otro por sus intereses de dominación sin sentido alguno de humanidad ni de respeto a reglas distintas de la fuerza bruta.
Diferencia grande entre los estadounidenses que se sienten pueblo igual a los nuestros, defendiendo la sede de la embajada venezolana en Washington y los tomistas apoyados en la fuerza de la potencia imperial. En medio de este cuadro la “autorización” del presidente de la AN para que se reúna un delegado suyo con el Jefe del Comando Sur, supuestamente para coordinar la invasión a nuestra patria.
El presidente, a quien acusan de dictador, está mostrando una puerta abierta para el diálogo y el acuerdo. Pretenden los violentos negarlo y llamar a la invasión. De todas maneras indefectiblemente habrá diálogo y acuerdos.
Dios quiera que sea ahora y no después de miles de muertes y de más dolor producidos por la insensatez, por la ambición y por el odio. Por el poco amor al pueblo de Venezuela Sobre quienes promueven y “autorizan” la amenaza de masacre es una grave responsabilidad histórica. Debe vencer la razón y la sensatez sobre la amenaza y la agresión. [email protected]
(Francisco Arias Cárdenas) /