El totalitarismo comunista requiere de una población sin calidad de vida, sin posibilidades económicas y pobre; para de esta forma llevarlos a depender del papa estado para comer y con ello el control social; al ciudadano lo despojan de sus derechos individuales, lo doblegan lo subordinan para controlarlo.
El plan de empobrecer está dirigido al que realiza actividad económica privada para que quiebre y al ciudadano para descapitalizarlo hasta que sus ingresos sean insuficientes para mantener su anterior status. Para lograr este propósito, el Gobierno utiliza las políticas inflacionarias que en el caso de Venezuela está hoy en términos de hiperinflación con una economía estancada en el lodo comunista; hace acompañar esta política inflacionaria con la devaluación de la moneda y con ello el surgimiento de la pobreza al cual usted llega sin darse cuenta.
Perdió su calidad de vida, se descapitalizó, ya no tiene para darle mantenimiento a su casa, ni para reparar el carro, ya nada le alcanza y el costo operativo de la actividad privada se hace insostenible; al final el propósito se logra, una Venezuela sin actividad privada, sus habitantes pobres y todos dependiendo del estado. Se destruye todo lo que tiene que ver con el modelo de vida anterior y en paralelo se va construyendo el comunismo sin anunciarlo ni declararlo.
Cuando la propiedad privada pase a ser propiedad social como ya está en las leyes comunales, el ciudadano ya estará sometido a la vida comunal, falta que por decreto constituyente quede de esa forma establecida por la ilegal ANC.
La devaluación de la moneda nos empobreció como cáncer silencioso; para el día que se pública este articulo cae a 0,09 pesos por bolívar; para ello fue necesario que el BCV perdiera su autonomía y con ello pierde el control de la inflación.
El aumento de los precios no se detendrá, es decir, la hiperinflación no se detendrá, es la mayor del planeta; la variación de precios en tiempo se reducirá al punto que los precios aumentaran de hora en hora y así con la hiperinflación como política de Estado en el marco de la crisis inducida, no solo nos dejan extremadamente pobres, sino que con ello cuando el modelo económico colapse con el gobierno acusando a Trump de lo que sucede, aparecerá la inconstitucional ANC decretando lo que en Cuba se denominó “el periodo especial”.
El cuento mejor acabado para implantar unas medidas de emergencia anunciadas como provisionales pero que serán permanentes, por la profunda crisis de escasez; y con ella los cubanos viven desde hace más de 27 años. El gobierno revolucionario pretende lo mismo en Venezuela, toda vez que con ello toma el control de lo que le falta por poner bajo su dominio; la historia posterior es conocida, el comunismo. Restricciones al consumo de forma radical.
El periodo especial es un plan de racionamiento severo y control de todo por parte del Estado como si estuviésemos en guerra, pero aplicado en tiempos de paz.
El Gobierno se prepara para radicalizarse y aislarse de la comunidad internacional, se prepara para reprimir la protesta.
¿Qué hacer? Lo primero es tener claro que la lucha es por un cambio total, no es ni siquiera retornar a la Constitución bolivariana sino una nueva Constitución definiendo un nuevo Estado liberal. Con la urgencia del caso una nueva forma de organización desde la base para que el liderazgo opositor sea colectivo y compartido. Todo espacio ganado debe estar al servicio de crear movimientos sociales organizados para la movilidad reivindicativa temática en respuesta de la implosión que el gobierno busca para imponer el periodo especial y nosotros salir de ellos en ese mismo momento.
(Carlos Casanova)