Indiscutiblemente, el mundo no es estático. Siempre se mueve o lo movemos.Vivimos en medio dedos mundos: el naturaly el cultural. En ambos se producen incontablesmovimientos. En el naturalpor obramisteriosa de la misma naturaleza, aunque excepcionalmente algunos pueden ser provocados por voluntad de seres humanos.Susmanifestacioneslas percibimos en los fenómenos naturales que, a diario y graciosamente,contemplamos. En cambio, los movimientos que ocurren en el mundo cultural suceden sólo, voluntariamente, por la accióndel hombre en su afán civilizador y se traducen en obras materiales e intelectualesencaminadas siempre ala satisfacción de necesidadespropias de la convivencia humana.
Nos deleitamos al contemplar lasocurrentes manifestacionesdel mundo natural: laromántica lluvia, la misteriosa alternanciadel día y la noche, el juego de los cuerpos celestes en susanimadas correrías,las inquietasolas del mar sucediéndose unasa otras; asimismo, el disciplinado transcurrir de las horas, los días, los meses y los años. Todo ello es como un encantador brindis que nos ofrece lagenerosa naturaleza.
El vocablo alternabilidad sugiere movilidad,referida no sólo a objetos materialessino, lo más importante, al activomundo cultural. Este rico mundo cultural es exclusivodelos seres humanos quienes descubren, organizan, inventan y crean instituciones. Dentro de esas institucioneshan creado EL ESTADO que es elórgano de mayor jerarquía entre las organizaciones sociales.Dada laimportancia de ese novedoso ente serequiere,entonces, de un instrumento o código fundamental que discipline yregule su organización y funcionamiento.
Para ello, en Venezuela contamoscon la Constitución Nacional-denominadaCarta Magna en otros países- que establece la organización política del estado venezolano. Ella en forma vertical distribuye el Poder Público en Nacional, Estadal y Municipal,y define las atribuciones que les corresponde ejercer a cada uno de los órganosde ese Poder Público.
Y, como arriba empezamos hablando de alternabilidad, debemos señalar que ella está presente, como antes lo apuntamos,en el mundo cultural, en nuestro mundo político, razón por la cualnuestra Constituciónla estableció muy claramente.Así, en el Art. 6lo afirma: Elgobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la conforman es y será siempredemocrático, participativo, electivo…ALTERNATIVO, responsable y REVOCABLE. Y, para acentuar más esa necesaria alternancia, remata en el Art. 72: Todos los cargos y magistraturas de elección popular son revocables. Dadas esas normas, ningún funcionario público puede pretender eternizarse en el poder.
Evidentemente, esas disposiciones constitucionales nos dan pie para hacer estas afirmaciones: nadiees imprescindible ni insustituible, menos en el gobierno, yagregamos: la alternancia en el poder es tan necesariacomo lo son el día y la noche. (Eliseo Suárez Buitrago) [email protected]