Porto Alegre, Brasil (AFP).
Los palos, el arquero rival y la inusual falta de puntería de Edinson Cavani y Luis Suárez frenaron el impulso de Uruguay en la Copa. Japón aprovechó y firmó un inesperado 2-2 que obliga a la Celeste a recalcular de cara al duelo ante Chile.
La escena estaba lista para una noche de fiesta. El Arena do Gremio de Porto Alegre con unas 33.000 almas celestes alentando y en la primera jugada Suárez que se anima y sorprende con un tiro desde la mitad de la cancha que se va apenas por encima del travesaño japonés.
Un espejismo que se diluyó con dos goles de Koji Miyoshi y que estuvo a punto de hacer desbarrancar a la Celeste.
El ‘Pistolero’ del Barcelona de penal en la primera mitad y el defensa José María Giménez, del Atlético Madrid, en el segundo tiempo, consiguieron una igualdad con sabor a poco para la Celeste.
“Fue un empate, pero creamos más oportunidades. Nos vamos con una sensación un poco amarga”, soltó Suárez al finalizar el duelo que deja a Uruguay con 4 puntos en la cima del Grupo C hasta que este viernes Chile con tres puntos enfrente a Ecuador.
Atras quedó el festival de ataque ante los ecuatorianos, en un duelo en el que los uruguayos gozaron con vistosas anotaciones de Nicolás Lodeiro y Cavani, completando la goleada 4-0 con certera definición de Suárez y gol en contra de un defensa de la tricolor.
– Palo bonito para Japón –
Para colmo de males, Uruguay tuvo en su contra los palos. Cavani y Suárez estrellaron balones en los palos del arco defendido por un Eiji Kawashima. a diferencia de su par uruguayo Fernando Muslera no falló y fue clave para resistir el asedio uruguayo.
Las estadísticas del partido no dejaron dudas. Suárez remata fuera, Cavani en el palo, el ‘Pistolero’ del Barcelona le quema las manos a Kawashima, el ‘Matador’ del París Saint Germain se pasa por centímetros.
Suárez se sacudió la frustración marcando el penal que sirvió para el primer empate, su compañero en el ataque contuvo la rabia y tendrá que esperar a Chile para buscar su gol 48 con la Celeste.
El partido ante la Roja, que defiende en Brasil el bicampeonato de América conseguido en su casa en 2015 y en la Copa Centenario de Estados Unidos-2016, será un punto de quiebre para Uruguay, el máximo ganador de la Copa América con 15 títulos.