Injustificable que varios medios impresos y digitales, excepto los deportivos, no destacaran las hazañas del diminuto gigante de las Grandes ligas, el venezolano José Carlos Altuve. Ídolo de los campeones de la división Americana de 1 metro 65 centímetros de estatura. Apenas medio metro más que el bate reglamentario y el más pequeño jugador en todos los equipos de la gran carpa. No sólo ha sido titán de los Astros de Houston nacido en Maracay en 1990, hace 27 años, sino titular de bateo de la liga Americana dos años consecutivos. En 2015 conquistó la misma corona en ambas ligas al convertirse en el mejor toletero de la pelota estadounidense. Además, ha sido el octavo pelotero en la historia del beisbol mayor desde 1900 en liderar la división americana antes de cumplir los 26 años al igual que Ty Cobb, Joe Jackson, Rogers Hornsby, Ducky Medwick, Stan Musial, Harvey Kuenn y George Brett. Asimismo, el único jugador en los anales estadounidenses en participar en 5 Juegos de estrellas con 3 equipos diferentes. Primer atleta de Grandes Ligas desde 1933 que llegó a la máxima competencia con 130 hits y 40 bases robadas. También el primero desde Ray Chapman en 1914 en estafar dos o más bases en cuatro partidos continuos. Y mayor mérito aún al triunfar con entereza y valor luego de rechazarlo los mismos Astros en 2008 por su diminuto tamaño. No obstante, estimulado por su padre volvió a otra prueba para obtener contrato de 15 mil dólares para Ligas menores. Con el Greenville, sucursal de los Astros, logró 3 campeonatos de bateo, igualmente el robo de bases en 3 años y llegar victorioso en 2011 a la máxima división. Además, acaba de ganar el premio Hank Aaron compartido con Giancarlo Stanton, por unanimidad la máxima distinción Luis Aparicio en Venezuela y con mayor opción entre los favoritos al supremo galardón del “jugador más valioso 2017” en Norteamérica. Un verdadero pequeño gran héroe venezolano del beisbol mundial.
Germán Carías Sisco