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Un año después de lo esperado, Griezmann aterriza en el FC Barcelona
12 de julio de 2019
Un año más tarde de lo esperado, el FC Barcelona cerró este viernes la llegada del delantero francés Antoine Griezmann, un refuerzo deportivo de calado pero también controvertido por las calabazas del «principito» al club azulgrana la temporada pasada.
«Griezmann, c’est magnifique!», celebraba el FC Barcelona sobre una fotografía antigua del francés en la que habían superpuesto la camiseta azulgrana.
El fichaje estaba cantado desde que el campeón del mundo de 28 años anunció a mediados de mayo su marcha del Atlético de Madrid, con el que se había comprometido a seguir en 2018 en el documental televisivo titulado «La decisión».
Y es precisamente el pretendiente rechazado hace un año en directo por la televisión de pago española, el FC Barcelona, donde el francés jugará las próximas cinco temporadas, hasta 2024.
«El jugador firmará contrato con el club para las próximas cinco temporadas, hasta el 30 de junio de 2024, con una cláusula de rescisión de 800 millones de euros», informó el club catalán con un comunicado.
Para hacerse con sus servicios tuvo que abonar la cláusula de rescisión de su contrato con el Atlético de Madrid: 120 millones de euros al contado a los que hay que sumar sobrecostes por impuestos.
El Barcelona intentó negociar un traspaso formal con el Atlético pero el club madrileño, enfurecido, se negó acusando al club catalán y al jugador francés de faltarles al respeto al haber cerrado el trato en marzo, todavía en plena competición.
El culebrón termina este viernes con la oficialización de la marcha del francés que, de ser el referente indiscutible en la escuadra de Diego Simeone, deberá compartir protagonismo en el ataque catalán con el astro Lionel Messi y el uruguayo Luis Suárez.
Una terna atacante a la que todavía se le podría sumar otra «vedette» si los rumores se convierten en realidad y el brasileño Neymar toma el viaje de vuelta a Barcelona tras su abrupta marcha al París SG en 2017.
– «Otros desafíos» –
Para el francés, Barcelona supone una oportunidad de engrosar su palmarés: tras 257 partidos y 133 goles con el Atlético de Madrid, solo levantó una Súpercopa de España y una Liga Europa.
Marcado por los sucesivos fracasos de los ‘colchoneros’ en la Liga de Campeones y la marcha de sus amigos Lucas Hernández (Bayern de Múnich) y Diego Godín (Inter de Milán), el futbolista formado en la Real Sociedad confesó querer «ver otras cosas, tener otros desafíos».
La rebaja de su cláusula de rescisión de 200 a 120 millones de euros el 1 de julio allanó el camino para el Barça.
El francés, que se redujo el salario para vestirse de azulgrana, deberá ahora seducir al Camp Nou que, enfadado todavía por el documental, lo recibió con silbidos en abril en la última visita del Atlético.
Por su lado, el Barça cierra su primera gran incorporación del verano tras una temporada agridulce en que ganó la Liga, perdió la final de la Copa y encajó una nueva humillación en Liga de Campeones, perdiendo escandalosamente en Liverpool en semifinales.
En enero ya había cerrado la compra del prometedor centrocampista holandés Frenkie de Jong del Ajax, por 75 millones de euros más variables, y queda ahora abierta la carpeta Neymar, deseoso de volver tras su traspaso récord al PSG por 222 millones de euros.
– ¿Saturación de estrellas? –
Estas incorporaciones rejuvenecerán una plantilla cuya columna vertebral supera los treinta años.
Su habilidad combinativa y el movimiento incesante de Griezmann deberían encajar bien en el juego de toque del Barcelona.
Pero su llegada, a la que podría sumarse la de Neymar, siembran dudas en la confección del ataque azulgrana.
Además de las cuatro estrellas (Messi, Suárez, Griezmann y Neymar), están el joven francés Ousmane Dembélé y el brasileño Philippe Coutinho, costosos fichajes ideados para reemplezar la marcha del astro brasileño.
¿Encajarán todas las piezas?
Hace un año, Messi lo tenía claro: «Es un súper jugador. Y con los buenos jugadores, es fácil entenderse». Deberá verse si, después del controvertido documental, el astro argentino mantiene su opinión.
AFP