Internacional
Inculparán a 44 personas por participar en las manifestaciones violentas en Hong Kong
30 de julio de 2019
Cuarenta y cuatro manifestantes detenidos en Hong Kong durante la violencia que salpicó las recientes manifestaciones prodemocracia van a ser inculpados por participación en disturbios, un delito que puede acarrear hasta diez años de cárcel.
Hong Kong vive la peor crisis de su historia reciente, con gigantescas manifestaciones pacíficas desde el 9 de junio contra el gobierno local favorable a Pekín, pero también con enfrentamientos entre manifestantes radicales y policías.
La movilización fruto del rechazo del proyecto hongkonés -ahora suspendido- para autorizar las extradiciones a China, se fue convirtiendo con el paso de las semanas en un desafío sin precedentes para Pekín desde la retrocesión del territorio en 1997.
En las últimas semanas aumentó la violencia tanto por parte de los manifestantes como de la policía, que disparó reiteradamente bolas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud que arrojaba proyectiles.
El domingo, hubo enfrentamientos entre manifestantes y policía cerca de la oficina de enlance chino, que representa a la autoridad de Pekín en la región semiautónoma, con 49 detenidos (32 hombres y 17 mujeres de entre 16 y 41 años).
El martes la policía dijo que 44 de estos arrestados iban a ser inculpados por participación en disturbios y comparecerían el miércoles por la mañana.
«Estamos a punto de inculparlos. Un comunicado de prensa será publicado al anochecer», indicó.
Provocar disturbios es uno de los delitos de orden público más graves en los estatutos hongkoneses. En el caso de ser reconocidos culpables de los cargos, los inculpados pueden ser condenados a hasta 10 años de cárcel.
Edward Leung, un destacado activista, fue encarcelado durante seis años el año pasado después de ser declarado culpable de disturbios en enfrentamientos con la policía en 2016.
Con el anuncio de estas inculpaciones, cientos de personas se congregaron el martes por la noche delante de una comisaría de policía donde según los medios estarían detenido los 44 manifestantes. Se cerraron las persianas de metal de todas las puertas y ventanas de la comisaría.
Un periodista de la AFP en el lugar constantó enfrentamientos con la policía fuera del puesto policial. Los agentes utilizaron porras y gas primienta y se lanzaron proyectiles esde el interior.
– ‘Comentarios irresponsables’ –
La decisión llega un día después de que el gobierno chino renovara su apoyo a la polémica jefa del ejecutivo hongkonés Carrie Lam y a la policía local, y pidiera «restablecer el orden rápidamente» en este centro neurálgico de las finanzas internacionales.
«Ninguna sociedad civilizada o de Estado de derecho tolera la violencia rampante», afirmó en una inusual rueda de prensa Yang Guang, portavoz de la Oficina de Negocios de Hong Kong y de Maco, el órgano chino encargado de las relaciones con la metrópolis del sur del país.
Yang culpó de la violencia a «algunos radicales», acusados de sobrepasar los límites del principio «un país, dos sistemas» que gobierna el centro financiero.
También acusó a los líderes occidentales de hacer «comentarios irresponsables» para «causar desorden en Hong Kong» y contener el desarrollo de China.
Si bien Pekín expresó su enérgica condena por las protestas, dejó al gobierno hongkonés gestionar la situación.
Lam no ha mostrado intenciones de dar marcha atrás, más allá de aceptar suspender el proyecto de extradición y de haber hecho algunas apariciones públicas.
Los manifestantes prometieron continuar la lucha hasta que se cumplan sus principales demandas.
Estas incluyen la renuncia de Lam, una investigación independiente sobre las acciones policiales, una amnistía para los arrestados, un retiro permanente del proyecto de ley de extradición y el derecho a elegir sus líderes.
El lunes, activistas detuvieron trenes en el metro durante la hora punta por la mañana, provocando largas demoras y colas en los servicios de autobuses.
No es la primera vez que usan estas tácticas, pero la interrupción fue más generalizada esta vez.
Bajo el acuerdo de transferencia de 1997 con Reino Unido, China prometió permitir a Hong Kong mantener libertades clave como un poder judicial independiente y la libertad de expresión. AFP