La destrucción de nuestra industria petrolera nos tiene de luto, pero ofrece la oportunidad de construir un nuevo régimen político-económico que nos libere del mal uso que han hecho nuestros gobernantes de esa fuente de riqueza para hacernos depender de ellos en vez de enriquecernos a todos. Se trata de salir del modelo rentista y de concentración del poder político para construir un sistema de producción privada y mixta, diversificada y, por ende, mucho más pluralista y democrático. Estos dos binomios van de la mano: Si a Maduro no le interesa regresar a la democracia, sólo tiene que mantener el rentismo. Eso termina en rebelión o represión. En cambio, si Maduro o un nuevo gobierno deciden reducir la pobreza, necesitan promover la diversificación de la economía vía inversión privada.
El problema está en que casi ningún político venezolano ha promovido esa diversificación económica porque ella supone un nivel de pluralismo y democratización que le quitaría la primacía a los partidos o militares que han ejercido el poder. El intentar esa transformación le costó la Presidencia a CAP II.
Le toca al empresariado tomar la iniciativa de rescatar a Venezuela del binomio rentismo-autoritarismo y construir el modelo producción -democracia. Para ello podemos 1. Construir una narrativa que pinte un país bonito, destacando que sin empresa privada y diversificación económica no ha habido pluralismo ni democracia. 2. Aliarnos entre nosotros mismos, combinando competencia y cooperación (coopetición) y fortalecernos como cadenas de producción, más allá de cada empresa individual. 3. Aliarnos con nuestros trabajadores. 4. Privatizar intensivamente y, con ello, pagar buena parte de la deuda pública y devolver propiedades privadas confiscadas. 5. Adoptar el dólar para corregir de raíz el populismo de la sobre valuación y la emisión irresponsable de dinero; 6. Descentralizar los servicios públicos y aliarnos con los gobernadores y alcaldes que entiendan este proyecto; 7. Financiar a los partidos más democráticos a cambio de su compromiso de promover los principios anteriores. ¡Empresarios y trabajadores, uníos!
José Gil Yepez