En los últimos días, los precios de los embutidos y lácteos han aumentado de una manera exagerada, hecho que obliga a los consumidores a limitarse en la compra de este tipo de productos tan importantes en la dieta diaria de todos los tachirenses.

Muchas son las personas que se acercan a los estantes o refrigeradores para preguntar los precios del jamón, la mortadela o los quesos; sin embargo, luego de un gesto de asombro, impotencia e inconformidad, se van sin llevar este tipo de proteína animal, tan necesaria para una buena alimentación.

En un conocido mercado de La Concordia, la señora Mercedes Rojas  preguntó el precio del queso para hacer unos pasteles en la noche y de esa manera celebrar su cumpleaños. Pensaba comprar un kilo, para compartir con su familia, pero solo le alcanzó para  medio kilo de queso llanero, cuyo precio fue de 18 mil bolívares.

“Lo llevo porque es la única forma que ahora uno puede darse un gusto, porque en la calle es imposible comer. Prefiero comprar este pedacito, hago unos pasteles con bocadillo y queso, pues tengo ese antojo desde hace días y, aparte, celebro mi cumpleaños”,  contó.

El queso semiduro está en 25 mil bolívares; el requesón, que es uno de los más baratos y es el más utilizado por las personas de la tercera edad, está a 14 mil bolívares.

El queso mozarela está a 30 mil bolívares el kilo;  queso ahumado a 28 mil, y el amarillo se consigue a 50 mil; la ricota a 12 mil.  Jamón fiambre espalda lo venden a 40 mil; jabón puro 48 mil bolívares; el queso de año es ofrecido a 32 mil bolívares; la ricota Paisa a 40 mil bolívares.

“Todo sigue muy difícil. Ya no se va poder comer ningún tipo de queso. Todos están muy caros. Sale mejor comprar huevos o carne, porque rinden más; lo malo es que a mi niño le gusta mucho el queso”,  comentó Estela Labrador, quien es docente y su sueldo no cubre ni sus necesidades más elementales, en cuanto a alimentación.

En otros expendios, el  queso mozarela se ubicaba en 38 mil bolívares por kilogramo, y la chuleta ahumada en los habladores registra un precio de 60 mil bolívares el kilo.

“Está muy cara la chuleta”, dijo la señora Beatriz Arciniegas, mientras levantaba la mano y le decía a su esposo, quien la esperaba a la salida del mercado, que apenas había podido comprar tres, y gastó 21 mil bolívares.

La mortadela la venden en 38 mil; la bologña de pollo El Corral a 40 mil; bologña con pimentón a 48mil; pechuga de pavo en 54 mil; el salami a 40 mil bolívares, el jamón de pierna a 52 mil bolívares y el de fiambre a 40 mil bolívares.

Nancy Porras