La muerte de un niño de 8 años, la primera fatalidad relacionada con el huracán Dorian, fue reportada por los medios de noticias de Bahamas este domingo 1 de septiembre. La abuela del niño, Ingrid McIntosh, le dijo a medios en las Bahamas que su nieto murió en la isla Abaco.
McIntosh le dijo a Eyewitness News que su hija de 31 años le dijo que encontró el cuerpo de su hijo, quien creía que se había ahogado en las crecientes aguas. McIntosh dijo que su nieta también está desaparecida.
El huracán Dorian tocó tierra en las Bahamas este domingo 1-S como una poderosa tormenta de categoría 5, la máxima de la escala Saffir Simpson.
Este lunes 2 de septiembre, Dorian se detuvo virtualmente sobre la isla de Gran Bahama, mientras el Centro Nacional de Huracanes (NHC) advertía sobre una potencial “destrucción extrema”.
Convertido en una de las tormentas atlánticas más fuertes jamás registradas, Dorian arrasaba casas, arrancaba tejados, volcaba autos y derribaba postes eléctricos en Bahamas.
Los vientos máximos sostenidos han disminuido ligeramente a 165 millas por hora (270 kilómetros por hora), cayendo 20 mph desde su pico de 185 mph el domingo por la noche. Pero la fuerza del huracán es aún más peligrosa combinada con la lentitud con la que se mueve: solo viaja a 1 mph (1,6 kilómetros por hora).
En lugar de avanzar, el huracán y sus vientos destructivos se ciernen sobre la región durante horas.
Dorian podría ser el cuarto huracán de categoría 5 que impacta EE UU en los últimos dos años.
Solo hay una tormenta atlántica más potente documentada, el huracán Allen de 1980, con vientos de hasta 305 kilómetros (190 millas) por hora, aunque no tocó tierra con esa fuerza.
Los meteorólogos esperaban que Dorian empezara a alejarse de las Bahamas el martes por la mañana y virase hacia el noreste, en paralelo a la costa sureste de Estados Unidos. Aun así, se espera que el meteoro se mantenga cerca de la costa y azote el litoral con peligrosos vientos e intenso oleaje. Las autoridades advirtieron que aún era posible que tocara tierra.
Orden de evacuación
El gobernador de Carolina del Sur, emitió una orden el domingo para la evacuación obligatoria de toda la costa del estado. La orden, que afecta a unas 830.000 personas, entraba en vigencia el lunes a mediodía, cuando se esperaba que los patrulleros estatales desviaran la circulación de las grandes autopistas costeras para que todos los carriles llevaran tierra adentro.
Unas horas más tarde, el gobernador de Georgia, Brian Kemp, ordenó evacuaciones obligatorias para la costa atlántica del estado, también a partir del lunes a mediodía.
En Florida se ordenaron evacuaciones en algunas zonas costeras vulnerables.
El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper advirtió que el estado podría recibir aguaceros, vientos e inundaciones esta semana.
Se esperaba que el martes y el miércoles la tormenta se mantuviera a entre 64 y 80 kilómetros (de 40 a 50 millas) de Florida, provocando vientos de categoría de huracán que se extenderían unos 56 kilómetros (35 millas) al oeste. (Agencias)