Internacional
Calderon Berti: “Maniobra militar en frontera es un trapo rojo para que Colombia sucumba en la provocación”
16 de septiembre de 2019
La situación en la frontera con Colombia está que arde. Maduro comenzó este semana una movilización de soldados y equipamientos militares, que van desde helicópteros pasando por tanques y terminando en misiles.
Confirmado.com quiso conocer la opinión del actual embajador de Venezuela en Colombia, Humberto Calderón Berti, quien es un político, experto petrolero venezolano, geólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela con Maestría en Ingeniería de Petróleo de la Universidad de Tulsa, Oklahoma. Desempeñaba el cargo de Embajador de Venezuela en Colombia, designado por el presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó, a partir del reconocimiento colombiano a este último en el marco de la crisis presidencial de Venezuela de 2019.
El 11 de febrero de 2019, entrega sus credenciales al canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, quien lo ratificó como embajador legítimo de Venezuela ante Colombia
–¿Qué lectura le da a la orden de Maduro de movilizar a unos 150.000 efectivos durante los ejercicios militares iniciados el martes en la frontera con Colombia, en medio de creciente tensiones entre ambos países, desde tanques, vehículos blindados cargados con misiles y decenas de soldados que empezaron el despliegue en el aeropuerto de La Fría, en el estado de Táchira?
–Eso tiene doble propósito: en primer lugar es una maniobra distraccionista para que la gente que está preocupada en Venezuela por la carencia, de comida, servicios públicos, la inseguridad y la inflación se pongan a pensar en otro tema. La gente no va a caer en esa trampa porque sabe que este gobierno es el responsable de la grave crisis que vive el país, y de la destrucción de la infraestructura venezolana.
Y en segundo lugar, sin dudas esto es también una maniobra de provocación para Colombia. Yo que tengo la responsabilidad de ser embajador en un país que tiene un millón y medio de migrantes venezolanos, le he transmitido al gobierno colombiano nuestro parecer, en el sentido de que este tema hay que manejarlo con mucha cordura, prudencia, tino y serenidad porque cualquier cosa puede producir un enfrentamiento entre dos países que están condenados a vivir juntos y a mantener relaciones cordiales.
Lamentablemente desde que Chávez llegó al poder, y ahora con Maduro, se han acentuado los problemas y los enfrentamientos. Lo que hay en el fondo es una escalada no solamente militar sino verbal. Venezuela y su gente merece un gobierno que les de tranquilidad y paz, y no este permanente estado de agitación que tanto Chávez como Maduro han sumido a la población.
–Según sus afirmaciones usted cree que esta movilización militar es una trapo rojo, sin embargo Pedro Carreño aseguró en un programa de televisión que “ante una agresión militar que se cierne desde Colombia primero clavaremos nosotros esta bandera en Bogotá ¿Son estas afirmaciones serias y que consecuencias pueden generar?
–Sin lugar a dudas que es un trapo rojo que pretende que Colombia sucumba frente a la provocación. No obstante, a esta es una gente que hay que tomarlos en serio por lo que puedan hacer, porque la verdad es que el sentido de responsabilidad y de cordura no es su virtud fundamental. Pero esto no es nada nuevo y ha ocurrido en otras partes. En América Latina cuando el general Leopoldo Fortunato Galtieri, Presidente de la Junta Militar en Argentina, inventó el tema de Las Malvinas. Este régimen estaba en un mal momento desde el punto de vista de opinión pública, y aquello produjo una euforia colectiva en los momentos iniciales y por ende, un repunte en su popularidad. Pero fue una alegría de tísico, duró poco tiempo porque cuando se lograron movilizar las tropas inglesas fue una derrota aplastante. Esto trajo como consecuencia que los militares que habían acompañado a Galtieri en la aventura, se voltearan y lo destituyeran.
Maduro y su gente pretenden con estas amenazas a Colombia, levantar algo de popularidad interna, que está por los suelos producto, entre otras cosas, por el mal manejo del país, la aplicación de políticas económicas equivocadas y un estado de agitación permanente en el cual mantienen a la población que, lamentablemente se ha habituado a esta situación y que merece una vida de sosiego, tranquilidad y progreso. Y esto es lo que explica que, al final del día, más de cuatro millones de venezolanos tomen la determinación de irse, fundamentalmente por dos razones: la económica por falta de perspectivas, horizonte y posibilidades a futuro por condiciones muy precarias, y la segunda es por razones políticas, porque la gente se siente asfixiada debido a la criminalización de las protestas, la falta de libertad de expresión por la censura y también por la autocensura, y las carencias de una vida de confort y de bienestar. Ambos aspectos se mezclan en el caso venezolano.
–¿En qué cree usted termine este escarceo?
–Bueno esta movilización ya la habían hecho este régimen. Hace unos seis meses movilizaron helicópteros y ciertos blindados a la zona fronteriza, y el jefe del CEO-FANB, Remigio Ceballos arengo a las tropas. Yo creo que este es un asunto de absoluta irresponsabilidad. Yo me pregunto ¿por qué Venezuela está en esa actitud de provocación y de agresiones verbales hacia Colombia? Yo quisiera conocer la razón y con pruebas, porque yo que vivo acá y tengo que lidiar con todos los casos. En Colombia hay un millón y medio de venezolanos que a lo mejor son más, su gobierno y los colombianos en general nos han recibido con hospitalidad y solidaridad. Nos han tendido la mano. Un país que tiene sus propios problemas y carencias de vivienda, salud, educación y de mercado laboral. Por demás, la presión que ejercen millón y medio de venezolanos es muy fuerte, y afortunadamente no hay brote protuberantes de xenofobia. Solo casos aislados.
En esto ha ayudado tremendamente debo decirlo, el hecho de que Venezuela en nuestro tiempo, acogimos a millones de colombianos que fueron tratados con una gran hospitalidad y solidaridad en momento de dificultades en el hermano país, producto de la violencia y las circunstancias económicas. Nunca pensamos los venezolanos que nos iba a tocar pasar por todo esto.
–¿Qué recomendación le daría usted al gobierno de Colombia en virtud de los acontecimientos?
–Yo no estoy en condiciones de recomendar nada a un gobierno que nos ha dado tanta hospitalidad. Pero lo que si he hecho es un llamado a la prudencia, a la cordura, a mantener la sensatez, a guardar la calma y a no caer en provocaciones, porque eso es de lo que se trata. Vamos a ver cuánto tiempo pueden pasar las tropas que han movilizado en la zona fronteriza, porque usted sabe cuál es la situación de nuestras fuerzas armadas.
Los militares venezolanos, que también les he dirigido algún que otro mensaje, le he dicho “señores ustedes viven las mismas circunstancias que el resto de los venezolanos, tienen las mismas carencia de electricidad, agua, alimentos, medicinas y viven los embates de la inflación, no se preste para estas cosas”. Hay millón y medio de venezolanos en Colombia, y me pregunto si esos misiles de los que habla Carreño van a ser quirúrgicos y solamente van a tocar a la población colombiana o también a la población venezolana que están por ciento, en todos los rincones de Colombia tratando de labrarse un futuro mejor.
Yo no quisiera ver un problema de enfrentamiento militar entre estos dos países que son hermanos, con historia común, orígenes similares y que fueron liberados por la misma gente. Por eso no quiero hostilidad entre Venezuela y Colombia, porque cuando los países entran en guerras o enfrentamientos bélicos se despiertan una serie de sentimientos nacionalistas, de revanchismo y xenofobia violenta que podría afectar a nuestra población, que afortunadamente ha sido bien tratada en Colombia, y que no merecen entrar en una situación de penurias y zozobras adicional a lo que ya significa haber dejado el país con todas sus cosas allá.
–Desde hace mucho tiempo el gobierno de Colombia ha señalado que los guerrilleros reciben apoyo desde Venezuela. Hace poco la disidencia de la FARC, es decir, Iván Márquez, Romaña, Jesús Santrich y El Paisa anunciaron la creación de una nueva guerrilla en Colombia, y en este sentido el jefe de estado de ese país afirmó que este un nuevo grupo narcoterrorista estaría siendo aupado por “la dictadura y la tiranía de Maduro”…
— Eso no es nuevo. Cuando estaban activa la FARC, antes de firmar los acuerdos de paz, Venezuela se había convertido, bajo la protección del régimen chavista, en un aliviadero de la guerrilla desde irse a curar, protegerse y a descansar. También se le dio la condición de fuerza beligerante, recuerden el célebre discurso de Chávez cuando hablo de esto en la Asamblea Nacional. De manera tal que esto no es nuevo. Lo que es nuevo es que haya habido el reconocimiento formal por parte del régimen venezolano de acogerlos y protegerlos, y que además que son bienvenidos.
Esto es un tema que está instaurado en Venezuela desde hace tiempo insisto, porque se viene diciendo que en nuestro país hay terroristas de Hezbolá, otros del medio Oriente, que Venezuela se ha convertido en un reservorio del terrorismo internacional desde donde se esparce hacia otros países de la América Latina.
Por eso es que el tema central de todo esto es que, hoy por hoy Venezuela es una seria amenaza para la paz de América, básicamente la zona andina y sur América por la conflictividad, no solamente que existe en el territorio nacional sino por haber avetado al exterior a millones de venezolanos que se han refugiado en todos los países andinos y Chile, que sin dudas tienen sus inconvenientes en su manejo, porque estos países no es que están acostumbrados a manejar corrientes migratorias gigantescas.
Nosotros somos una mezcla de nacionalidades de todas partes del mundo. Hemos acogido a los perseguidos por Franco, a los judíos, a los que huyeron de Europa del norte y del este después de la guerra porque no había que comer, entre ellos españoles, portugueses, italianos, etc. Después recibimos a los vecinos con la prosperidad petrolera de los años 70, es decir, Colombia, Ecuador y de Perú, a los perseguidos por la dictaduras Chile, de Argentina y Uruguay, y a los de las islas del Caribe. Nosotros estamos habituados a eso. El venezolano por su condición caribeña, es abierto y amplio. Es un país de emigrante de toda la historia y es un crisol de nacionalidades.
–Esa amenaza contra la paz a la que usted se refiere, fue la que dio paso a que se votará en la Organización de Estados Americanos (OEA), la activación del órgano consultor del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR)….
–La gente cree que el TIAR era un asunto muerto… que estaba ahí. Se ha activado muchísimas veces. El embajador de Colombia en la OEA, Alejandro Ordoñez hizo una relación histórica de las veces que había sido necesario activar este tratado, y no estamos hablando de la prehistoria sino de años relativamente cercanos. Algunos piensan que el TIAR se activa y mañana va a haber un enfrentamiento militar. Eso no es así. Eso tiene sus formas. Lo primero es el rompimiento de relaciones diplomáticas, lo segundo lugar son las sanciones tanto diplomáticas como económicas, y el último reducto es alguna intervención militar, que es lo más distante. Bueno claro, uno no sabe cómo evolucionan las cosas. Nadie tiene una varita mágica para saber cómo van a evolucionar las cosas en Venezuela.
–¿No le parece extraño que dos países como Panamá y Perú que se han quejado tanto de la emigración de los venezolanos producto de la crisis en el país se haya abstenido de votar la activación del órgano de consulta del TIAR?
–Eso tienen sus motivos internos, recuerde que cada vez que hay elecciones en un país, la gente siempre busca un pretexto para hacer su campaña. Aquí mismo en Colombia no hay brotes de xenofobia, pero hay algunos países que han sucumbido frente a la tentación de utilizar el caso venezolano como elemento de campaña. El caso de Panamá es una cosa distinta porque tuvo un proceso electoral reciente. Desconozco las razones que tenga el Presidente Cortizo para tomar esa posición. El caso del Perú en que en ese país si ha habido manifestaciones fuertes de xenofobia, y esto es extraño porque Venezuela ha acogido millares de peruanos que han sido muy bien recibidos. Aunque siempre hay motivaciones de tipo político. Hay países de América Latina que han modificado su postura inicial básicamente por razones de política interna.
–¿Y Costa Rica será porque no tiene militares?
–Pero Costa Rica ha invocado el TIAR cuando ha estado amenazada por Nicaragua. Eso no se puede ignorar y esto ocurrió. Vale la pena hacer un ejercicio de las veces que se ha activado el TIAR, y quienes son los países que lo han solicitado en razón de circunstancias políticas y amenazas militares por parte de vecinos….
–¿Por qué Colombia ha acogido a los venezolanos de buena manera y algunos países que hemos ayudado en el pasado no?
–Para lo que Colombia hay una explicación primero, por esa frontera tan permeable que nosotros tenemos de 2552 kilómetros. Por otra parte es una frontera viva, donde se produce intercambio entre colombiano y venezolano con doble nacionalidad, con familias de un lado y del otro. Además el hecho de que en Venezuela se encuentren más de dos millones y medio de colombiano que fueron acogidos en el país, que crecieron profesional y económicamente, y que hicieron familia en nuestra nación. Es más, del millón y medio de venezolanos en Colombia, medio millón son colombianos que han regresado.
–Por otra parte, se habla de acuerdo entre la oposición y el gobierno de Maduro para organizar elecciones presidenciales. Por ello hay fuertes críticas de algunos sectores en el sentido de que primero debe ejecutarse el cese de la usurpación ¿Cuál es su opinión al respecto?
–El cese de la usurpación es un precepto fundamental y básico. Unas elecciones con Maduro como Presidente se presta para que abusen con el Plan República, el CNE y todos los resortes del poder para torcer resultados y presionar a la gente, que es lo que han hecho. Yo creo que en esto han sido claro muchos países. EEEUU en esto ha tenido una postura muy clara y categórica con respecto a la presencia de Maduro al frente del Ejecutivo si hay elecciones.
Por otro lado, yo creo que debemos estar preparados para un gobierno de transición que fue la oferta que se hizo. El futuro del país va a depender en altísimo grado de cuáles son los cimientos que se construirán en el período de transición. Si estos cimientos no están bien fundamentados, tenga usted la seguridad de que la democracia en Venezuela será precaria. Lo más importante para mí es que se comience a enderezar las cargas, y que se haga bien. No deben cometerse errores en la transición, porque repetir esquemas y errores del pasado sería una grave señal para la población que se convertiría rápidamente en escéptica. Hay que evitar, como en el gobierno y en el pasado, que los sectores democráticos no atiendan a la población por enfrentamientos permanentes, se coloquen al margen del sentimiento de la gente y se hagan de la vista gorda en los temas de corrupción. Todo esto es un caldo de cultivo para el populismo y para que surjan opciones disparatadas, pero son alternativas que la gente compra en un momento de desesperación.
–¿Qué mensaje le da a los venezolanos que están perdiendo la fe de una salida a la crisis que viven?
–Siempre hay que tener una visión positiva de las cosas malas. Yo creo que estos 20 años tuvieron un efecto demoledor sobre la cultura del venezolano. El que tenga menos de 25 o 30 años no ha visto otra cosa sino desorden, anarquía, corrupción, falta de institucionalidad, carencia absoluta de concepto ciudadanía, inflación galopante y falta de gestión de los servicios y de la infraestructura del país.
El hecho de que han salido cuatro (4) millones de venezolanos a buscar futuro en otros países en donde se respetan las leyes, donde hay institucionalidad y separación de poderes, libertad de expresión y obligaciones ciudadanas va a ser muy positivo. Nosotros somos emigrantes en estos países que tienen leyes, institucionalidad, cultura, idiosincrasia, su manera de ser y costumbres. Todo esto hay que respetarlo. No podemos quienes venimos de afuera pretender cambiar. Debemos adaptarnos y tomar las cosas buenas y separar las malas.
Confirmado.com.ve / Emma Sánchez Álvarez