Internacional
Ya son cincos venezolanos capturados por los dos descuartizamientos en Perú
21 de septiembre de 2019
Según la prensa peruana, ya son cinco los venezolanos aprehendidos por los homicidios y descuartizamientos de dos jóvenes, el pasado fin de semana, en un hostal de la “zona roja” de San Martín de Porres, en el distrito de Fiori, Lima, caracterizada por la prostitución, consumo y distribución de drogas, entre otros.
Esta sería la segunda mujer involucrada en este doble crimen, que ha causado horror y consternación en Perú y Venezuela.
Se trata de Jacksiver S., de 22 años, capturada la tarde del miércoles en el distrito de Independencia por la Policía Nacional del Perú (PNP), como sospechosa de haber participado de alguna manera en el hecho perpetrado en el hostal Señor de Sipán.
Los agentes arrestaron a la venezolana en la intersección de la avenida Izaguirre con la calle Napo, en el frontis de la galería San Lázaro, en Independencia, tras recibir información confidencial sobre la ubicación de la mujer, quien estaría involucrada en el doble crimen, reseñó www.larepublica.pe.
«Jacksiver S. sería una de las mujeres que aparecen en los videos de la cámara de seguridad del establecimiento donde se realizó el doble crimen», aseguró la Policía.
La venezolana fue llevada a la comisaría de Sol de Oro, en Los Olivos, mientras la Policía realiza las investigaciones correspondientes.
Con ella, son cinco los detenidos por este inédito caso peruano, en el que figuran como víctimas el venezolano Rubén Matamoros y el peruano Jafet Torrico; los otros son: el «cuartelero» o recepcionista del hostal, Alexander S.; una de las mujeres que aparecen en el videon identificada como Verónica H., conocida como la Roxy; Angelbert D., alias Tarra, y Abraham P.
De acuerdo con las declaraciones del último de los mencionados, el asesinato de Matamoros fue una venganza, propiciada supuestamente porque no entregó el dinero generado por la venta de 50 envoltorios de droga, a 10 soles cada uno.
La muerte de Torrico, el joven peruano, habría sido circunstancial, para no dejar testigos.
Miriam Bustos