Alejandra Alfonzo Flores, de 24 años, y Lisa Burgos, de 27, dos mujeres venezolanas, cuya nacionalidad se confirmó, así como una tercera, de quien surgió la duda si también era venezolana o guatemalteca, identificada como Katering Amanda Cabrera, de 25 años, fueron asesinadas la madrugada de este domingo, 22 de septiembre, en una discoteca de Guatemala.

Josvin Borrayo, portavoz de los Bomberos Municipales, informó que a las 4:45 a.m. del domingo llamaron a los cuerpos de socorro porque había personas heridas en una discoteca, situada en la calle 0-66 de la zona 10.

Al llegar al lugar, confirmaron que Cabrera y Burgos habían fallecido por varios disparos; mientras que Alfonzo fue trasladada al Hospital Roosevelt, pero murió al ingresar.

Alfonzo fue identificada por Andrés Herrera Marroquín, quien dijo ser su novio, cuando llegó al hospital.

Según contó a los socorristas, él sabía que ella había asistido a una fiesta en esa discoteca, publicó la versión web de El Periódico de Guatemala.

Según divulgó ese medio, “algunos testigos narraron a la Policía Nacional Civil (PNC) que durante la madrugada llegó un hombre, con una sudadera y el capuchón puesto, quien llevaba globos en una mano y fue quien disparó en contra de las tres”.

El perfil de Alfonzo señala que era una abogada, viviendo en Guatemala; y en el de Burgos destacan historias de actividades de modelaje y fotografías de paseos y viajes con sus amigas.

En duda nacionalidad de la tercera

En relación al lamentable hecho, algunos medios, como Telemundo, a través del programa Un Nuevo Día, identificaron a las tres víctimas como de nacionalidad venezolana, modelos y trabajaban como edecanes en la discoteca, donde celebraban un cumpleaños.

Otros, como El Salvador Times, reseñaron que Katering Amanda Cabrera era guatemalteca.

“(..) se informó que las mujeres llegaron a la discoteca la noche del viernes para iniciar la celebración, la cual se extendió hasta la madrugada del sábado. En el interior de la discoteca fueron atacadas a balazos por un delincuente, que entró al lugar cargando unos globos y huyó aprovechando el tumulto por la refriega. Las mujeres eran amigas y con frecuencia compartían fotografías de sus encuentros y trabajos en redes sociales”.

Otras informaciones detallan que una amiga de ellas se salvó de morir porque no pudo ir a trabajar esa noche debido a problemas de salud. En un audio que circula en las redes sociales y en varios chats, se determina que les ofrecieron pagar 1,500 quetzales (casi 200 dólares) para trabajar, de 10 de la noche a 6 de la mañana.

“En el presunto chat se indica que solo trabajarán de compañía y que “si alguien quiere servicio, se cobrará aparte”. Tras el asesinato se comenzaron a pedir colectas para poder enviar los cuerpos a Venezuela y darles sepultura, acotó el diario salvadoreño. (MB)