El cabecilla de Los Pelusos, Luis Antonio Quiceno Sanjuan, conocido al interior de esta estructura criminal como Pácora, murió en una operación del Ejército y la Policía en el corregimiento Las Mercedes, Sardinata.

En el mismo operativo, que también contó con la participación de la Dijín, se logró la detención de alias Hugo, tercer cabecilla de este grupo armado organizado que delinque en el Catatumbo.

La Policía de Norte de Santander ofrecía hasta 2.000 millones de pesos, por la información que conllevara a su captura.

La Opinión pudo establecer que ‘Pácora’ llevaba más de 20 años haciendo parte de esta organización criminal, en la que libraba una guerra a muerte con ‘Pepe’ (Reinaldo Peñarando Franco), otro de los cabecillas de este grupo, capturado el 28 de enero de este año en Pueblo Bello (Cesar).

“La diferencia de tiempo al interior del grupo armado ilegal, así como las funciones que ambos han desempeñado en el mismo, es lo que había provocado la pelea, pues ‘Pácora’ no le reconocía a ‘Pepe’ ningún tipo de liderazgo”, señaló una fuente judicial que, por estar inmersa en la investigación que buscaba dar con la captura de estos sujetos, evitó revelar su nombre a este medio.

El uniformado agregó que ‘Pácora’ era heredero de ‘Megateo’, de la línea dura de Los Pelusos, mientras que ‘Pepe’ era muy cercano a ‘David León’, el excabecilla de este grupo capturado en Medellín, y quien se caracterizaba por ser más político que militar.

De hecho, una orden impartida por ‘Pácora’, que los conminaba a mantener un bajo perfil y evitar todo tipo de lujos, estaba siendo irrespetada por varios mandos medios, fieles a ‘Pepe’, quienes gustan de exhibirse por el Catatumbo en camionetas de alta gama.

Estos mismos mandos estarían demorándose en la rendición de cuentas sobre los negocios hechos con droga, lo que generó algunas muertes de ‘pelusos’, reseñadas en este diario.

(Cortesía de La Opinión)