Regional
EDICIÓN FRONTERA | Leña, alternativa obligada ante falta de gas
7 de octubre de 2019
A sus 86 años de edad, Eudes Antonio Jiménez Medina sale con una carretilla a recoger leña para prender un fogón y poder cocinar. Vive en la urbanización Sur, en la ciudad de Rubio, adonde desde hace cuatro meses no llega el suministro de gas.
Busca algún árbol que hayan podado y con mucha paciencia limpia las ramas, que pronto le servirán como sustituto del combustible, al que debería tener acceso con solo dar vuelta a una perilla. Comodidad olvidada en muchos hogares de la “ciudad pontálida”.
Ahora la alternativa obligada es el fogón de leña, con todas las implicaciones que conlleva hasta para la salud, por la constante inhalación de humo. No tiene cocina eléctrica, inútil ante los constantes y prolongados apagones que afectan la capital de Junín. Tampoco los pesos que, según dice, cobran en el mercado negro por vender una bombona de gas.
Como economista egresado de la Universidad Central de Venezuela, reflexiona sobre la escasez de este vital producto, el cual anteriormente se pedía vía telefónica y en unas horas se tenía en la puerta de la casa. Actualmente, la realidad es otra.
A su juicio, no existe una inversión para mantenimiento de las plantas y puso como ejemplo los incendios ocurridos en la refinería de Falcón; tampoco se cuenta con personal calificado, ni existe un manejo adecuado de las diferentes instancias del país.
Para sortear la escasez y no quedarse sin comer, buscó la opción de la leña. No es las más agradable, pero por lo menos a su alcance.
Ocho meses de espera
Gladys Jaimes es vecina de la urbanización La Colonia, donde los habitantes de este sector llevan a la espera del gas desde hace ocho meses, pues la última vez que recibieron el suministro fue en el mes de febrero.
Tiene 78 años y es educadora jubilada. No cuenta con artefactos eléctricos y, para solventar la situación, sale con una bolsa donde guarda los palitos que consigue en la calle para usarlos en el fogón.
Como no puede cargar tanto peso y tampoco encuentra muchos, los “ahorra”, al cocinar hasta que se consumen; y aprovecha esa lumbre para preparar los alimentos del día.
Explicó que hace más de un mes pagaron el costo de la bombona, pero a la fecha no hay ninguna respuesta, a pesar de que en varias oportunidades han acudido a la alcaldía de Junín a pedir que se haga la entrega del gas.
Como ella, muchos adultos mayores y familias de esta urbanización padecen la falta de este servicio para algo tan importante, como lo es poder cocinar sus alimentos.
Eudes Medina y Gladys Jaimes son dos personas que aportaron su trabajo productivo al país y ahora se ven obligados a “reinventarse” para sobrevivir. Cocinar, calentar un alimento, hervir agua, no es nada sencillo en el municipio Junín.