Un joven mototaxista venezolano, de 22 años, se convirtió en la víctima número 76 de homicidio, en lo que va de año, en el municipio colombiano de Tibú, de acuerdo con una nota de prensa publicada por el diario La Opinión.
Explicó que la violencia que ronda a Tibú y la zona rural de ese municipio del Catatumbo “parece tan sigilosa, que los crímenes que ocurren en este lugar no arrojan mayor información ni detalles para las investigaciones que adelantan las autoridades en esta zona del departamento”.
En torno al homicidio del venezolano Gabriel Antonio Hernández, refirió que ocurrió la madrugada del domingo, cuando una llamada proveniente de la comunidad de la vereda La Libertad, a dos horas del casco urbano de Tibú, alertó a la policía de que en ese sitio, en plena carretera polvorienta, fue abandonado su cadáver, abaleado en tres oportunidades, en el pecho y en un brazo.
Una funeraria local fue autorizada por las autoridades para levantar el cuerpo y trasladarlo a Medicina Legal.
“En esta vereda, cercana a la zona de frontera con Venezuela, confluyen el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las Farc y Los Pelusos, actores armados que mantienen disputas por el dominio del territorio, especialmente, por el negocio del narcotráfico”.
Aparte de mencionar que Hernández, aseguró su familia más tarde, tenía dos meses de estar desaparecido, no se ofreció ningún otra información sobre el joven, pero destacó los dos tatuajes que lucía en su brazos, con los nombres de “Gabriel” y “Ámbar”.
No portaba documentos de identidad al momento del hallazgo del cadáver, pero alguien habría alertado, mediante una llamada telefónica, de la suerte que había corrido el muchacho, por lo que en el acto sus parientes se trasladaron a Tibú.
Allí fue cuando se pudo conocer que Hernández estaba desaparecido; habría ocurrido mientras laboraba como mototaxista en el casco urbano de Tibú.
Miriam Bustos