El prefecto saliente de San Cristóbal, Luis Osorio, dijo que los funcionarios que desempeñaron estos cargos por cinco años “aún no han sido relevados de los mismos, pues la recién electa gobernadora Laidy Gómez no ha hecho los nuevos nombramientos, lo cual está generando problemas en la administración pública, dado que los prefectos desarrollan tareas a diario con las comunidades”.
Aseguró Osorio que ya se cumple un mes de que las nuevas autoridades regionales están en el cargo, pero no han realizado las designaciones de los nuevos prefectos. Al parecer, ello obedece a que los posibles designados para estos puestos quieren lanzarse como alcaldes en varios municipios, pues existe una pugna interna en el sector opositor para llegar a los gobiernos municipales, pero afectando a la misma población, ya que la figura de prefecto en cada parroquia es fundamental, sobre todo por su labor con las comunidades, quienes ante este vacío de poder no han podido efectuar algunos trámites en las prefecturas, entre los que se cuentan constancias de fe de vida para las personas de la tercera edad, conciliaciones entre vecinos, aunado a que no nos han querido recibir las edificaciones, aseveró.
Sobre la permanencia de los exprefectos en los cargos, aclaró Osorio que el nombramiento es exclusivo del Ejecutivo regional, pues estos mediante un decreto son postulados, por lo que la actual gobernadora debe hacerlo y remover a quienes se desempeñaban en ellos: “En mi caso, debo mencionar que el Director de Política es quien debe tomar las riendas en este asunto y a la vez que nos permitan entregar las sedes e instalaciones donde veníamos laborando, pues desde la misma Gobernación no han querido recibirlas”.
–Eso lo decimos a los cuatro vientos, ya que después van a salir con el cuento de que desmantelamos las oficinas y que las dejamos destruidas, por ello es prudente que de una vez por todas hagan la transición formal en materia de cargos de los prefectos, ya que es inexplicable que tengan este tipo de acciones con los cargos que representamos.
Pablo Eduardo Rodríguez