Un hecho delictivo, sin precedentes en la región, fue cometido el pasado lunes, en horas de la noche, en el Hospital General de Táriba, donde tres sujetos, motorizados, fingiendo haber sido víctimas de un accidente de tránsito y ameritar asistencia facultativa, ingresaron al área de Emergencia con el propósito de  asaltar al personal médico, enfermeras, pacientes y familiares, a quienes despojaron de teléfonos celulares y otras pertenencias.

La situación fue advertida por los vecinos, debido a que uno de los enfermeros pudo salir a la calle y pedir ayuda, lo que hizo que integrantes de la comunidad se acercaran al lugar, situación que amedrentó a los delincuentes, quienes optaron por escapar apresuradamente del lugar. Una de las motocicletas de los asaltantes no prendió, por lo cual se vieron en la necesidad de dejarla y correr. La moto cayó en manos  de la comunidad, que poco después la quemó en la vía pública.

De esta situación se tuvo conocimiento por parte de miembros de la comunidad y personal asistencial, que expresaron su preocupación por la  condiciones de inseguridad en que se encuentra el referido centro dispensador de salud, anteriormente conocido como Fundahosta, debido a que no existe presencia policial. No está garantizada la seguridad de las personas que laboran allí o de las que acuden al lugar en busca de atención facultativa.

Sin embargo, los asaltantes regresaron en horas de la madrugada y, golpeando las puertas del área de Emergencia, procedieron a gritar amenazas contra los trabajadores y les exigían el pago de la motocicleta que fue quemada por la comunidad. Mientras esto ocurría, se hizo contacto con la policía, solicitando su ayuda, pero los funcionarios nunca llegaron.

En horas de la mañana de ayer, un grupo de personas, relacionadas con el Hospital General de Táriba, expresaron su preocupación por la situación y dijeron que, lamentablemente, no hay condiciones de seguridad para nadie, ni para el personal ni para los pacientes y familiares. Exigieron, por parte de los organismos de seguridad, tomar cartas sobre el particular con la urgencia que el caso amerita. Se ha enviado una comunicación al alcalde de Cárdenas, para que les apoye con la Policía Municipal, y se espera la respuesta.

Así mismo, se está esperando la cooperación de la Policía Estadal  y de la Policía Nacional Bolivariana, y que se incluya al hospital en los programas de patrullaje inteligente, para que haya presencia efectiva. Un vecino manifestó que desde que ocurrieron los hechos, cometidos por los tres motorizados, se han visto pocas comisiones de la policía. Los funcionarios llegan, se paran frente al hospital, se toman fotos con el celular y de inmediato se van, sin ingresar al centro o preguntar si las cosas están en orden. La solicitud que se hace a las autoridades es con carácter de urgencia, para que se busque la solución que  la preocupante situación amerita.