Internacional
Miembros de la familia LeBarón masacrada en México eran activistas contra carteles de la droga
6 de noviembre de 2019
Los miembros de la familia mormona de apellido LeBarón, asesinados en el lado mexicano de la frontera con Estados Unidos, llevan años enfrentados a los carteles de la droga en México.
En la masacre, ocurrida la noche del lunes 4-N entre los estados de Sonora y Chihuahua, murieron a balazos 9 miembros de esa familia: tres mujeres, cuatro niños pequeños y dos bebés. Todos eran tanto ciudadanos estadounidenses como mexicanos. Los vehículos en que viajaban fueron emboscados, tiroteados y luego incendiados con las víctimas dentro.
Benjamín LeBarón, un activista contra el crimen que creó los patrullajes vecinales contra los cárteles en la localidad, fue asesinado en 2009.
Kendra Lee Miller, cuya cuñada Rhonita Maria Miller murió en el ataque, dijo: “Los carteles se han llevado a demasiados miembros de nuestra familia” y los asesinados el lunes “no fueron los primeros”.
La familia era su objetivo
La historia de conflicto de la familia LeBarón con los carteles mexicanos de la droga puede indicar que la familia era su objetivo, dijo a CNN el excanciller mexicano Jorge Castañeda.
“Se habían enfrentado a los carteles de la droga y tenían ciertas fricciones con los carteles o con las comunidades vecinas sobre los derechos del agua”, dijo Castañeda.
Castañeda fue canciller de México durante tres años y dejó el cargo a principios de 2003.
“Sus tensiones de larga data, y aparentemente la mujer que conducía en el primer automóvil que fue atacado era una activista. Era muy activa en su comunidad, defendiendo a su familia, sus compañeros de la comunidad contra los carteles, sobre el tema de los derechos de agua”, dijo Castañeda, describiendo a una de las tres mujeres asesinadas, sin nombrarla.
El exministro también dijo que la enorme comunidad de LeBarón había estado recibiendo la protección de 90 policías federales estacionados en la comunidad desde 2011 debido a las tensiones entre la familia y los carteles.
Esa protección fue retirada en cierta medida por el Gobierno actual a principios de este año, según Castañeda. No está claro si los 90 policías fueron retirados o solo algunos de ellos, agregó.
En una conferencia de prensa el martes 5-N por la mañana, el ministro de Seguridad mexicano, Alfonso Durazo, dijo que el ataque pudo haber sido un caso de identidad equivocada de “grupos en conflicto en el área”.
Por su parte, el Gobierno de EE UU había asomado que la familia mormona había quedado en el medio de una balacera o enfrentamiento entre grupos de narcotraficantes.
Pero por su trayectoria como activistas contra el crimen en la conflictiva zona, todo parece indicar que la matanza fue una retaliación de los poderosos carteles de la droga que operan en frontera entre México y Estados Unidos.
Los miembros de la familia LeBarón se describen a sí mismos como parte de una comunidad mormona de aproximadamente 3.000 miembros, que viven en su propia comunidad agrícola en México. AFP