El expresidente de Bolivia Evo Morales dijo este miércoles en México, donde está en calidad de asilado, que regresaría para «pacificar» su país si los bolivianos se lo piden, tras semanas de protestas violentas que llevaron a su renuncia a la presidencia.
Morales ofreció este miércoles su primera conferencia de prensa desde el exilio, en la que reiteró que con su dimisión buscó detener la violencia que ha sacudido a Bolivia.
«Si mi pueblo pide, estamos dispuestos a volver (…) Vamos a volver tarde o temprano (…) mejor lo antes posible para pacificar Bolivia», dijo Morales.
Reiteró su llamado a un diálogo nacional en el que podrían participar «países amigos» en una suerte de mediación entre las fuerzas políticas.
«Es importante el diálogo nacional. Sin dialogo nacional estoy viendo que a va a ser difícil parar esta confrontación», añadió.
Lanzó un llamado a la policía y a las Fuerzas Armadas, que lo presionaron para que presentara su renuncia, a no «usar bala contra el pueblo».
Hasta el martes sumaban siete muertos en Bolivia en 23 días de protestas tras las polémicas elecciones en las que Morales resultó reelecto para un cuarto mandado, comicios que fueron tachados de fraudulentos por la oposición y que una misión de auditoría de la OEA calificó como plagadas de «irregularidades».
Interrogado sobre si el gobierno estadounidense podría estar detrás de lo que él y los países que lo respaldan señalan como un golpe de Estado, respondió que no tiene «información».
«Pero sí nos imaginamos que seguramente (Estados Unidos) son los que aportan conceptos y estrategias», subrayó.
Sobre la proclamación de Jeanine Añez como presidenta interina, Morales dijo que es la confirmación del «golpe» en su contra y que fue un acto fuera de la legalidad, pues no se realizó la sesión en la que el Legislativo acepta su renuncia según la Constitución.
Morales llegó el martes a México en calidad de asilado en un avión militar mexicano.
Esta tarde será declarado huésped de honor por la alcaldía de Ciudad de México. AFP