Un jubilado italiano de nombre Pasquale Rizzo le dejó, antes de morir, a su perro alrededor de un millón de euros, según informa este lunes La Repubblica.
Rizzo, quien falleció en abril a los 90 años, adoptó a su perro Tor hace siete años. Lo halló cerca de su vivienda y muy pronto se hicieron inseparables. El hombre encontró compañía y el perro también halló un dueño y un hogar.
Tor fue muy importante en la vida del jubilado, pues en 2014 le salvó la vida. Rizzo sufrió un ataque cardíaco y gracias a la fuerza de los ladridos de Tor los vecinos fueron alertados de lo que ocurría y llamaron a la ambulancia. Felizmente los servicios sanitarios llegaron a tiempo.
Poco antes de morir a finales del pasado abril a los 90 años de edad, Rizzo, que no tenía herederos directos, pidió a los abogados hacer un testamento para que Tor heredara todos sus bienes. Se trata de dos pisos y dos cuentas bancarias, todo valorado en alrededor de un millón de euros.
A pesar del testamento, según la ley italiana, un animal no puede ser heredero, por eso el juez nombró a un albacea, un amigo de Pasquale que debe velar para que la última voluntad del hombre se cumpla.
Lascia un milione di euro al suo cane: "Abbiate cura di lui" https://t.co/Ait68XvHJd via @repubblica
— Archimede (@aderenzis1) May 21, 2018
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