Tres lluvias de estrellas están ocurriendo durante las noches de julio, hasta mediados de agosto. Dos de ellas con su mayor actividad las noches de este martes, miércoles y jueves, podrán mostrar hasta 30 meteoros cada hora
Humberto Contreras
Si eres de quienes creen que “si ves una estrella fugaz, pide un deseo”, y además tienes muchos deseos en lista por cumplir, puedes aprovechar estas semanas hasta finales de agosto, porque están ocurriendo ahora, tres lluvias de meteoros, según informa la Sociedad Americana de Meteoritos.
Una lluvia de meteoros es un evento en el que, desde la Tierra, se puede apreciar a simple vista, un gran número de “estrellas fugaces”. Los meteoros, son el producto de corrientes de desechos cósmicos, llamados ‘meteoroides’, los cuales entran en nuestra atmósfera como piezas incandescentes a muy altas velocidades y en trayectorias paralelas.
En esta oportunidad, durante estas noches, coinciden tres lluvias de estrellas ya registradas por los astrónomos y otros observadores de los cielos. Sus nombres científicos son, respectivamente en el orden en que aparecen, las Delta Acuáridas, las Perseidas y las Alfa Capricórnidas.
Las Delta Acuáridas
Este fenómeno celestial se llama así, porque se supone que todas sus estrellas fugaces provienen de la constelación de Acuario. De las Delta Acuáridas, se supone que son la única lluvia de estrellas que se desprende de un cometa no perteneciente al sistema solar.
Este fenómeno tendrá actividad hasta el 23 de agosto, pero su nivel más activo y probablemente más visible, se dará durante las noches del 28, 29 y 30 de julio (martes, miércoles y jueves en curso), dos días después de la luna llena, lo que perjudicará la completa visión de los 25 meteoros por hora que surcarán el firmamento, a 41 kilómetros por segundo, casi 150 mil km por hora.
Las Perseidas
También conocidas con el nombre de Lágrimas de San Lorenzo, por ocurrir cerca del día del santo -10 de agosto-, esta lluvia es la más esperada del año por los amantes de los cielos. Se supone que estos meteoros vienen de la constelación de Perseo, de ahí su nombre, pero en realidad, proceden del cometa Swit-Tuttle, descubierto en 1862, por los astrónomos Lewis Swift y Horace Pamell Tuttle.
El cometa tiene un tamaño aproximado de 26 kilómetros de diámetro, lo cual lo hace el más grande cuerpo que, de forma periódica, se acerca a la Tierra. Su presentación, en esta oportunidad, comenzó la noche del 17 de julio, y persistirá hasta el 26 de agosto.
Las Perseidas en su punto de más actividad, mostrarán hasta 200 meteoros por hora, y ello ocurrirá entre el 11 y el 13 de agosto, fecha que coincide con la entrada de la Luna a fase menguante, el día 12, por lo que se espera que la observación del fenómeno sea bastante buena. Sus meteoros podrán superar los 50 kilómetros por segundo, unos 180 mil km por hora, lo que los hace muy brillantes y de largas estelas luminosas, mientras finalmente desaparecen.
Para poder apreciar estas estrellas fugaces, los científicos aseguran que, en una noche clara, podrán verse en cualquier lugar del cielo. Pero hay que evitar que la luz de la Luna impida su visión, por lo que se debe tratar de verlas antes de que la luna salga, justo después de la puesta del Sol. Si no es posible, lo mejor es mirar hacia las zonas más oscuras, en dirección contraria a la posición lunar.
Las Alfa Capricórnidas
La lluvia de las Alfa Capricórnidas, que viene del cometa 169P/NEAT, ocurre desde el 3 de julio, y pueden verse hasta el 15 de agosto, pero su nivel máximo, será la noche del 28 al 29 de julio. No es muy fuerte, y pocas veces genera más de cinco meteoros por hora, que además son muy lentos, comparados con los anteriores: 24 kilómetros por segundo, casi 85 mil km por hora.
En cambio, parecen tener una trayectoria larga y brillante, que va aumentando su luminosidad, luego de explotar antes de apagarse.
De modo que justo estamos en los días precisos de una gran actividad luminosa en el firmamento, con tres lluvias de estrellas coincidentes. Puede que de tantos meteoros o estrellas que podríamos ver, una cumpla con hacer realidad el deseo que se le pide.