A sus 40 años, retomando sus pinceles y pinturas para esbozar sus creaciones cuyas semejanza visualizan a las idénticas fotografías, el artista popular Bernardo Bedoya presentó su nueva exposición virtual e individual titulada «Hiperrealismo’ Primeros Pasos», la cual está siendo organizada por la galería Manuel Osorio Velasco dependiente de la Dirección de Cultura del Estado Táchira (DCET).
Se informa en una nota de prensa que el artista popular es oriundo de Colombia, nace en Medellín y desde niño se ha radicado en Táchira. Las muestras en digital han sido exhibidas con éxito en las redes sociales de la DCET, a partir del pasado jueves 14 de septiembre.
Las coordinadoras de arte Yusnay Delgado y Yendy Salazar, que dirigen la galería, son las principales organizadoras de la actividad.
«Desde niño siempre tuve una inclinación natural hacia las artes plásticas. En mi infancia y parte de mi adolescencia esta disciplina formaba parte de mi vida, puesto que era mi principal diversión y entretenimiento como si estuviera jugando. Cuando cumplí la mayoría de edad, descubrí un gran sueño motivador convirtiéndose en mi verdadera profesión empírica para toda la vida», expresó Bedoya.
También destacado en otros estilos artísticos, como cubismo, expresionismo y abstractas. «Creo que el hiperrealismo es querer, es poder y en las artes lo que nos imaginamos lo podemos realizar o hacerlo realidad», dijo.
Bedoya mencionó que desde hace dos años está comenzando una nueva historia, trabajando en ello, en ingeniosas producciones. Ha expuesto en la galería Marco Antonio en Caracas, comprometido en impresionar y complacer a clientes comprometedores a la demanda comercial por mucho tiempo.
“Nuevo comienzo”
Autor de la obra «Nuevo Comienzo» (2020), esboza la imagen de la belleza femenina arraigada con la simiente de la paz, la virtud, el favor y la gracia de Dios y el amor hacia los animales como el caballo marrón, que figura como su «nuevo corazón» y la manada de diferentes colores al fondo.
«Ella sostiene un pequeño árbol en su mano frágil y en sus dedos tiene algunas semillas de mostaza cayendo. Simbolizan la enseñanza de nuestro Señor Jesucristo, la parábola del grano de la fe que glosa en los Evangelios de la Santa Biblia. Algunas connotaciones que representa son la oración, el petitorio, las vestiduras de consagración, comunión y volver a Dios, la bella providencia de la naturaleza y su vegetación idealizada», expresó. (JLG)