La infausta pandemia ha vuelto a llenar de luto a la cultura tachirense, esta vez segando la vida del creador de Danzas Córdoba, Luis Ramírez.
Freddy Omar Duran
Durante 35 años, Ramírez había sido el pilar de una agrupación donde varias generaciones de jóvenes de Santa Ana del Táchira se han preparado técnica y espiritualmente en el bello arte de la danza.
Además de una extensa trayectoria como bailarín y coreógrafo, es de destacar su labor como promotor cultural del municipio Córdoba, al cual supo poner en la palestra en innumerables eventos regionales y nacionales.
Con la excelencia ante todo, fue un digno heredero de maestros de la talla de Luis Rodríguez y José Osorio, y eso lo transmitió a las jóvenes pupilas bajo su responsabilidad.
Adscrita a la Dirección de Cultura, esta agrupación ha llevado a cabo un extenso programa de formación, que incluía gimnasia rítmica y modelaje.
En sus presentaciones coreográficas han incluido la diversidad dancística latinoamericana. Su presencia ha sido constante en todos los actos oficiales del ente regional, siempre en un derroche de talento de sus bailarinas, posible gracias a la tutela del profesor Ramírez.
Muchos de sus trabajos coreográficos con la agrupación, incluso pueden ser actualmente disfrutados desde los portales web, como su más reciente interpretación de la canción Jerusalema, un trabajo destinado a levantar el ánimo del mundo, conmovido por la pandemia del coronavirus.
Precisamente, la directora de Cultura del estado, Ligia Sierra, alabó su labor como coreográfico, pues siempre procuraba llevar a escena piezas que emocionaban a la audiencia.
—Ese gran profesionalismo lo reflejó en sus estudiantes de danza, y fue condecorado por la gobernadora Laidy Gómez, en el Día Internacional de la Danza, en el año 2019— afirmó Sierra.
Por su parte, Isley Carrero, directora del Gabinete de la Cultura, lo recordó como una persona dispuesta a colaborar en los eventos culturales, donde la danza era la invitada de honor.
El inmenso agradecimiento de sus alumnos se hizo sentir a través de las redes sociales, quienes reconocieron en Luis Ramírez a un ser humano de grandes cualidades. También actores del hecho cultural en la región, especialmente los que compartieron con él, como el escritor Jhonatan León, residente de Santa Ana.
—El profesor Luis Ramírez era de esas personas que nos causan admiración, pues tenía muchos dones, como el trabajo, constancia, proyectos inagotables y una sonrisa siempre presente en su rostro— relató León.
Para el coordinador de Conservación y Rescate del Patrimonio Cultural del Museo del Táchira, Omer Añez, el gran homenaje que se le puede hacer a este destacado tachirense es la declaración de Danzas Córdoba como Patrimonio Cultural del Estado, algo por lo que su fundador siempre luchó.
—Se espera que quien lo sustituya en el cargo tenga arraigado su legado, en el corazón, en la mente y en la fuerza, para seguir con Danzas Córdoba, porque el trabajo continuo debe ser el mejor honor que se le puede hacer a su memoria— subrayó Arce.
Denodada labor
La insistencia del maestro Luis Ramírez en los grandes beneficios de la danza, como elemento fundamental para el desarrollo integral del ser humano y la elevación de la autoestima.
Luis Ramírez había ingresado al Hospital Central por complicaciones relacionadas con el covid-19, y una vez fallecido se procedió a la inmediata incineración de su cuerpo, sin poder siquiera recibir un último homenaje de quienes hoy agradecen su gran aporte a la cultura tachirense.
Su partida física se suma a una lista de personalidades culturales del estado que en estos tiempos de la pandemia han abandonado el plano terrenal, en nuestro país y fuera de él, y si bien no todos sucumbieron a la terrible enfermedad, falleciendo por otros motivos, ciertamente reflejan la vulnerabilidad que expone a nuestras figuras artísticas.