Willians Labrador
Texto y fotos
El Salón de Lectura o Ateneo del Táchira es uno de los edificios patrimoniales más antiguos de San Cristóbal, fue construido durante el gobierno de Juan Vicente Gómez pero concluido en 1938 por Eleazar López Contreras. El diseño, de estilo neo colonial y con características del Art Deco, estuvo a cargo de Luis Eduardo Chataing, el mismo arquitecto que diseñó el Teatro Nacional de Caracas.
Hasta la fecha, este inmueble suma 85 años de vida en la esquina de la calle 9 con carrera 6, frente a la plaza Bolívar de San Cristóbal. Sin embargo, las actividades de esta institución comenzaron mucho antes -en abril de 1907- por lo que realmente cuenta con 116 años de fundación y, de esta forma, se convierte en el ateneo más antiguo de Venezuela, declarado Patrimonio Cultural de la Nación.
Por sus pasillos se han gestado valiosas iniciativas como el Rotary Club San Cristóbal, la Cruz Roja, el Club de Leones, la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET), entre otras importantes instituciones. Es un ícono patrimonial arquitectónico muy especial que continúa promoviendo el arte y la cultura del estado Táchira. Actualmente, Margarita Sánchez de González dirige este recinto con el apoyo de la sociedad tachirense.
En primera planta
El arquitecto Chataing diseñó el edificio en dos niveles alrededor de un patio central; en la planta baja o primera planta se halla la biblioteca José Antonio Guerrero Lossada, su nombre rinde tributo al soldado, humanista y bibliotecario, artífice de este centro cultural. La colección alberga más de 10.000 libros, entre ellos algunos ejemplares invaluables del siglo XVIII y demás obras literarias contemporáneas. El maestro Daniel Galaviz dirige la biblioteca y allí también dicta talleres de dibujo.
Galaviz hizo un paréntesis en su taller para resaltar la labor de José Antonio Guerrero Lossada como progenitor del Salón de Lectura. Contó que Guerrero fue enviado al Táchira para repeler la invasión de tropas colombianas en 1901. Luego, instalado en San Cristóbal, abrió un local de alimentos y en su trastienda creó el Salón de Lectura. Posteriormente, enfrentó los embates de Eustoquio Gómez, presidente del Táchira, quien pretendía cerrar la institución sustentada apenas por el cultivo de hortalizas del propio Guerrero para los gastos de operación y adquisición de libros.
En el patio central, llamado «De Ladrillo y Cielo», destacan dos bustos: el de Abel Santos, promotor y primer presidente del ateneo; y el de Pedro María Morantes (Pío Gil), eminente escritor tachirense, quien antes de morir donó sus libros personales a esta institución. Al costado derecho del patio se halla la galería Rafael Ulacio Sandoval, considerada como la sala de exposición más antigua del estado; y al fondo, la cafetería La Francia, cerrada temporalmente, pero llamada así como recuerdo de la huerta que tenía José Antonio Guerrero Lossada y que contribuyó con los gastos del salón.
Al costado izquierdo del patio se encuentra el auditorio Doña María Santos Stella, en reconocimiento a esta mujer tachirense por su voluntaria labor en el ateneo. Tras una refacción en julio de 2022, la sala deslumbra la mirada por sus elementos decorativos de la época como sus lámparas, ventanales y mosaicos del piso. El escenario contempla un piano de cola Steinway & Sons, medianamente conservado y adquirido en los años 40 como bien patrimonial, y frente a él se alinean 300 butacas que conservan su estilo original.
En segunda planta
Allí se sitúa la hemeroteca Domingo Guzmán Escandón, rehabilitada desde diciembre de 2022 y dirigida por el cronista de la ciudad, Luis Hernández Contreras, quien informó que ya está operativa para la visita de los usuarios. Además, indicó que la hemeroteca ofrece una colección de diarios y publicaciones periódicas regionales y nacionales que puede ser consultada a partir del año 1903 hasta la actualidad.
La Sociedad Salón de Lectura es el resultado de la manifestación y empeño de la sociedad civil que aún conserva su carácter privado y sin fines de lucro. No obstante, el Estado también ha contribuido, recordando, por ejemplo, aquel subsidio mensual de 80 bolívares que recibió en sus albores. Y entre otros datos curiosos, el lugar que hoy ocupa su sede actual fue una estación de servicio que abastecía combustible en el centro de la ciudad.
El ex presidente Eleazar López Contreras contribuyó significativamente con el desarrollo de la nueva sede y de la instalación del mobiliario. Destacados personajes intelectuales como Leonardo Ruiz Pineda, Alberto Adriani y Amenodoro Rangel Lamus dictaron conferencias y disertaciones sobre economía, democracia y revolución. Desde los espacios de este patrimonio cultural se han fraguado importantes proyectos que contribuyeron con el progreso de la región andina.
Fuentes consultadas
– Gias, (2012). San Cristóbal: Una mirada en sus 450 años. Grupo de Investigación Arquitectura
y Sociedad (GIAS). Fondo Editorial UNET, San Cristóbal.
– Hernández, L. (1999). Diccionario de la Música en el Táchira. Procultura, pp. 168-170
– IPC, (2006). Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2007. Ministerio de la Cultura.