Nuestros instrumentos de conversación: el sentido de la presencia
18 de abril de 2024
Freddy Omar Durán
Stephani Rodríguez, destacada con un puesto honorífico en el premio de poesía joven “Rafael Cadenas”, nos sorprende con una nueva producción literaria a cargo de El Taller Blanco Ediciones.
Este esfuerzo editorial, nacido en Venezuela pero que ha emprendido itinerancia hacia Colombia, instalándose en el departamento colombiano del Valle y la capital colombiana, no quiso dejar por fuera a una de las voces más destacadas dentro del nuevo movimiento poético tachirense.
Debido a la coyuntura mundial de la pandemia, además de la publicación impresa, se abrió un espacio web para poder descargar de manera gratuita, tanto este libro como todos los que hacen parte de la colección de poesía Voz Aislada. De esta manera, los versos de Stephani Rodríguez se están expandiendo como semillas por todo el mundo literario hispanohablante.
El equipo editor está constituido por Geraudí González, Néstor Mendoza (Venezuela) y Cristian Garzón (Colombia). Cuentan con tres colecciones: Voz Aislada (poesía), Comarca Mínima (ficción breve) y Escolios (ensayo, diarios, crónicas).
Inspiración en el retiro
Lo visionado en un primer acercamiento al fulgor creativo de Stephanie Rodríguez, es la fuente de la cual brota el magma de sus sugerencias poéticas, y esto bien se demuestra en “Luz Blanca”:
He visto el ojo del cielo/ Como un círculo/ Que el vacío penetra. /Enroscado pretende un fondo/Que simula luminosidad./Así soy un cuerpo/En la punta de la niebla,/Una sombra perdida/En la bosta de la vaca/Que atraviesa el cuerno./Soy para los árboles extendidos /Cuna de colores fronterizos/Estremeciéndose/Por el sonido,/El desliz/ Al que atienden.
Como nos comentó la poetisa, su carrera literaria partió de un ejercicio íntimo que, afortunadamente, el destino lanzó a la palestra lectora y ahora vuela lejos.
—Entre los distintos géneros literarios, escribo concretamente poesía desde que tengo dieciocho años. Es decir, llevo ocho años escribiendo poesía. Sin embargo, durante mucho tiempo fue un ejercicio plenamente íntimo; apenas compartido (y enriquecido) con mis amigos, pareja y seres cercanos interesados. De hecho, a pesar de que El Relieve del Tiempo es mi primer libro publicado, realmente es el cuarto libro que escribo. Entonces, no, El Relieve del Tiempo no es una antología, sino un libro concebido de manera individual
Respetando el misterio propio de cada poema, de cada verso, Rodríguez agregó que este poemario ha cobrado su lugar y tiempo en una época singular que ha tenido que vivir la humanidad entera
—Fue un libro que concluí en el primer trimestre de 2020, justo en la primera fase de la cuarentena. El proceso de escritura del libro transcurrió de manera esencialmente aislada, quizás, como todo proceso de escritura debería ser, con aquella soledad previa, indispensable para la comunicación. Asimismo, fue relevante para la naturaleza de su escritura estar vinculado a un espacio y tiempo que, en pocas palabras, parecían imposibles de precisar- acotó Rodríguez.
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