Un récord, un hito en los anales del Giro Andino, pues ante las vicisitudes, todo lo que se ha tenido que vivir producto de la pandemia del covid-19, la organización de la carrera, comandada por el diputado Julio García Zerpa, en calidad de presidente del comité organizador, y William Rodríguez, presidente de la Asociación Tachirense de Ciclismo, lograron reunir un universo de 161 ruteros, en representación de 13 equipos extranjeros y 14 nacionales.
Hubo la invitación a 15 divisas del exterior, pero a última hora se cayeron Esparza de México y Pollo Rico de Bolivia. En el caso de Rusia, se hicieron los contactos, pero nunca se llegó a un acuerdo.
Dos bajas importantes a nivel individual, la de los ecuatorianos Bairon Guamá del Team Best PC y Jefferson Cepeda de la representación del Androni Giocatolli Sidermec, ambos descartados por dar positivos de covid-19 antes de salir de su país.
El colombo-español Óscar Sevilla, corredor profesional de gran palmarés, con actuaciones en el Tour de Francia, Giro de Italia y Vuelta a España, subcampeón en una edición, además de cuatro veces campeón de la Vuelta a Colombia, bicampeón del Clásico RCN y varios títulos nacionales, se convierte en la gran vedette del giro tachirense.
Por su trayectoria y profesionalismo, desde ya es considerado uno de los corredores con mayor opción a la conquista del título, sin dejar a un lado a otras grandes figuras, caso Fabio Duarte, su compañero de equipo, y otros rivales de Colombia e Italia.
Por los lados de la nación anfitriona, hay varios opcionados, pero sobresale el actual campeón de la Vuelta al Táchira, el yaracuyano Roniel Campos, reciente ganador del Clásico a Bramón, quien ha demostrado con creces que viene a vender cara la derrota en su objetivo de defender la corona. (Homero Duarte Corona)