Beirut, Líbano – AFP.
¿Copa del Mundo de 2030 o de 2034? Una candidatura saudita debe buscar la edición más propicia a sus posibilidades de obtener la organización de la competición más importante de fútbol, estimó el presidente de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC), Salmane ben Ibrahim al-Khalifa.
«Arabia Saudita llega con fuerza y estamos buscando coordinarnos con las otras Confederaciones y la FIFA para albergar la Copa del Mundo de 2030 o 2034, en acuerdo con todo el mundo, para que, una vez la candidatura presentada, estemos confiados al 90 % al menos», explicó el patrón de la AFC, el lunes en Beirut, la capital de Líbano.
«Pienso que Arabia Saudita es un país capaz de organizar un torneo así, pero debemos elegir el buen momento, 2030 o 2034», añadió el dirigente bareiní.
«Si nuestra tasa de éxito para la organización del torneo es mejor en 2034, examinaremos eso, y si las condiciones son más favorables en 2030, ¿por qué no? Pero la cuestión no está únicamente ligada a la Confederación Asiática. Tenemos 47 votos, cuando hacen falta más de 110 votos para obtener la Copa del Mundo. Debemos tener al apoyo de otros continentes».
El trío Marruecos-España-Portugal así como un cuarteto sudamericano (Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay) ya han hecho acta de candidatura para el Mundial-2030.
La idea de una candidatura común entre Arabia Saudita, Grecia y Egipto fue evocada hace ocho meses por el gobierno egipcio, pero no ha sido todavía oficializada.
Como sus vecinos cataríes, que organizaron la Copa del Mundo de 2022, y emiratíes, Arabia Saudita, primer exportador de petróleo bruto del mundo y mayor potencia económica del mundo árabe, multiplica la organización de competiciones deportivas: un Gran Premio de Fórmula 1, un ePrix (Fórmula eléctrica), el rally-raid Dakar, el Saudi Tour de ciclismo…
El reino también fue designado en octubre pasado para albergar los Juegos Asiáticos de invierno en 2029, una decisión criticada por defensores del medioambiente, debido sobre todo a unas condiciones climáticas desérticas.
Desde la ascensión del príncipe heredero Mohammed ben Salmane, el país se lanzó a un vasto programa de reformas económicas y sociales destinadas a sacar al país de su gran dependencia del oro negro, pero también para mejorar su imagen internacional, con un fondo de acusaciones recurrentes de violaciones de los derechos humanos.