Cuiabá, Brasil. AFP.
Diezmado por el covid-19 y obligado a darle luz verde a juveniles, Bolivia tiene sentenciada su suerte en la Copa América de Brasil-2021. Con actuaciones decorosas en las que ha mostrado progresos en el juego, a la Verde se le resisten las victorias.
Pese a las derrotas consecutivas ante Paraguay (3-1), Chile (1-0) y Uruguay (2-0), que marcaron su eliminación y a falta del encuentro con Argentina, el lunes en Cuiabá (centro) en el cierre de la fase de grupos, Bolivia ya no es aquel combinado frágil e inocente que vapuleaban en los torneos.
La Verde del entrenador venezolano César Farías, quien asumió en propiedad en agosto de 2019 luego de un breve interinato en 2018, es una selección estructurada y bien trabajada en sus líneas, pero carente de jugadores con el ritmo de la alta competencia europea.
La experiencia la aportan Marcelo Moreno Martins (Cruzeiro), goleador histórico del combinado y quien se perdió los dos primeros partidos de la Copa por tener covid-19, el golero Carlos Lampe, el volante Juan Carlos Arce y el delantero Rodrigo Ramallo, todos del actual campeón boliviano Always Ready.
“Bolivia ha tenido una competencia consigo misma en la Copa, que nos pueda poner al nivel de las otras nueve selecciones, y lo primero que hemos hecho es darle un orden táctico al equipo y luego estar a la altura de los parámetros físicos que requiere competir”, dijo Farías.
“Estamos un tiempo abajo respecto a las demás selecciones y sin embargo hemos jugado estos partidos con altura, y eso nos permite entrar en otros ritmos de juego que nosotros no poseemos en la competencia interna y nuestros jugadores todavía no están en ligas donde se juega a este ritmo”, agregó el DT de 48 años.
– Lo que viene para la Verde –
En la pasada fecha doble de la eliminatoria sudamericana al Mundial de Catar-2022 dos buenos resultados acompañaron el crecimiento de la Verde.
Una victoria de 3-1 sobre Venezuela en La Paz y un empate 1-1 con Chile en Santiago mostraron una imagen alentadora de Bolivia, y que tuvo su génesis con el empate 2-2 con Paraguay en Asunción, por la tercera fecha del premundial en noviembre pasado.
“Estamos tratando de crecer, de tener una organización y una labor como equipo, ahora queremos agregarle atrevimiento al juego. Y ese atrevimiento se consigue compitiendo y es lo que hemos hecho en esta Copa América con partidos buenos, pero en los que nos ha faltado es el resultado”, recalcó Farías.
Y es cierto: tanto Paraguay, Chile y Uruguay se vieron apurados por una Verde cuando tuvo la pelota y el control del juego, llevándola a zonas donde podía hacer daño. Su pecado, la falta de claridad en los metros finales, esa precisión que se pide cuando se toman acertadas decisiones.
“Se puede crecer mucho de aquí en adelante. Nuestra idea es poder seguir peleando en los partidos, que después selecciones superiores nos superen es otra cosa, pero tenemos que seguir en esta línea ascendente que hemos tenido en la Copa”, agregó el timonel.
En septiembre el escenario de competencia internacional para la Verde será nuevamente la eliminatoria. Colombia será su rival en los 3.620 m de altitud de La Paz.
“Jugando este fútbol en La Paz vamos a poder obtener bastantes resultados importantes, estoy completamente seguro de que aparecerán esos resultados que tanto estamos esperando”, sostuvo convencido Farías.
Por lo pronto, Argentina aparece amenazante en el horizonte de Bolivia para cerrar su etapa en Brasil-2021. Y en el fútbol los partidos no se ganan sin antes haberse jugado.