Con la llegada de la pandemia 2020 muchos aspectos de la vida son otros. En casi todo el planeta los gimnasios cerraron, y las formas de entrenamientos son otras.
Por Juan José Contreras
Con la llegada de la pandemia este 2020 muchos aspectos de la vida cambiaron, llegando elementos como el distanciamiento social y el resguardo en casa para estar a salvo del virus. Los gimnasios en casi todo el planeta cerraron, y la forma de entrenar cambió, al menos de momento, para realizarse en los confines de cada hogar. Ahora con la flexibilización paulatina de la cuarentena poco a poco se ha reanudado la dinámica, pero con medidas, como las de bioseguridad.
El camino hacia la consolidación de las metas está pavimentado de esfuerzo. Los obstáculos pueden detener el impulso, pero superarlos revitaliza la esencia de superación dentro de cada uno. Daniel Pabón es un joven tachirense que apuesta por su estado, por su país, con un emprendimiento de entrenamiento físico, él ha superado barreras y ahora busca salir adelante en la pandemia, ya que las condiciones de la cuarentena han impactado su trabajo que busca cambiar vidas de forma saludable.
Calentamiento previo
La incursión de Daniel Pabón se enfocó en un principio en los ambientes naturales con entrenamientos al aire libre. “Fundé Perfil 10 porque vi a mi alrededor y pensé, podemos mejorar al mundo, debemos mejorarlo, con un cambio para mi entorno social, en cada persona, para lograr cambiar su conciencia, mejorar sus hábitos, para que no solamente moldeen su cuerpo, sino que moldeen su vida”.
Un muchacho con una idea. No iba a ser sencillo, pero era como un entrenamiento en sí mismo, sólo con esfuerzo se iban a ver los resultados. Ya Pabón tenía experiencia, y no se detendría. Se fue sumando la gente al entrenamiento, “Todo comenzó en una urbanización, que era amplia, se podía entrenar al aire libre. Luego nos fuimos para el Gimnasio Cubierto Marco Antonio Gabaldón Pulido, aquí en Colón, trabajamos a finales del 2019, y principios del 2020, pero se presentó el Coronavirus”.
Rebote en pandemia
Antes, los entrenamientos en grupo al aire libre, de ir a la montaña, pasaron a ser una modalidad, “se hacían una vez por semana, con eco-rutas, y el plogging, que es ir recogiendo en una bolsita basura mientras se camina o trota” mencionó Daniel Pabón, pero después la cuarentena lo detuvo todo.
“Cuando comenzó la pandemia llegaron días bastantes fuertes, en el momento en se paralizó toda actividad. Conforme avanzó el tiempo comencé a entrenar en un lugar cerrado, pero se dio otro inconveniente, se había prohibido. Fue frenar y volver a arrancar, varias veces”.
Con la flexibilización de la cuarentena los gimnasios y entrenamientos se pueden llevar a cabo, pero con restricciones. “En mi caso ya no se pueden hacer las eco-rutas. Tuve que reducir más del 50% de las personas, antes eran 80 y se terminó con 30, atendiendo de a cinco cuando es en espacio cerrado, para así mantener el distanciamiento social, en cuatro horarios por la mañana, y cuatro por la tarde” describió Pabón, siendo una adaptación extrema a las condiciones para poder mantenerse a flote y seguir adelante con su trabajo. Algunos entrenamientos al aire libre se efectúan, todo, con las estrictas medidas de bioseguridad.
Salto de origen
Daniel Enrique Pabón Olivita es oriundo de San Juan de Colón, municipio Ayacucho. En su tierra ha crecido como persona y como profesional: “tuve la grandiosa fortuna de estudiar el T.S.U. en Entrenamiento Deportivo en la Universidad Nacional Experimental del Táchira, Núcleo Colón, con mención Fútbol Campo”, también cursó vía Internet otros complementos como psicología deportiva, conducta del deportista, además fue preparador físico de la selección de la UNET en Fútbol campo, entre otras incursiones.
A la par de su formación universitaria, Daniel Pabón creó su escuela de futbol, y luego pudo ser director técnico de la selección femenina, categoría libre, del municipio Ayacucho. Siempre pensando en emprender en su tierra. “Yo ya tenía desde el 2015 un programa de ejercicio individualizado, las personas me contrataban por 30 días para entrenarlas todos los días brindándole mi asesoría” dijo. Y la idea siguió creciendo.
Tonificando el éxito
El emprendimiento de Daniel Pabón ahora es un programa de salud multidisciplinario, pues se unió a otros profesionales de diferentes áreas para conformar un equipo enfocado a su planteamiento inicial, el de cambiar vidas de manera saludable, con él ahora están otros especialistas para asesorar en nutrición, fisioterapia, quiropráctica, y psicología.
“Ahora, con los respectivos cuidados, y medidas de bioseguridad, ya nos convertimos en una empresa de salud con misión y visión, siendo un programa de salud adaptado al entorno social” señaló Daniel Pabón y recalcó el esfuerzo que se está haciendo para adaptarse a todas las condiciones del contexto por el Coronavirus.
Para Pabón la pandemia propició que después de tanto encierro muchas personas se avocaran a la actividad física, al menos de salir a caminar. “El consejo para la gente es que sigan haciendo ejercicio, coman saludable, para reforzar y poder estar un poco más protegidos en esta etapa que nos tocó vivir”, además el joven enfatizó la relevancia de que los individuos concienticen la importancia de la salud.
Son variadas las adversidades venezolanas, ahora, además con una pandemia encima. Así como otros compatriotas en las actuales circunstancias, Daniel Pabón es un ejemplo de constancia y de superación, que se reacomoda a los entornos, y así como en un entrenamiento físico, no se rinde, ha seguido adelante cosechando éxitos en su tierra, creciendo, pero a la vez aportando una conciencia saludable a su entorno. Es uno de esos jóvenes venezolanos con coraje, que aportan una contribución e inspiran a esforzarse y llegar a lo alto de la montaña, porque sí hay esperanza.