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¡Campanada neogranadina en el Giro Andino!

17 de enero de 2022

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Johan Colón, nacido en Sincelejo, departamento de Sucre, representante del equipo Idea Indeportes Antioquia, corroboró que es uno de los grandes esprínteres del continente, luego de batir en la propia raya de meta a los europeos.
Un esprínter colombiano, Johan Colón, paradójicamente tierra de famosos “escarabajos”, ciclistas aptos para el terreno de montaña, contra todos los pronósticos y en la propia raya de meta, frente a la plaza Bolívar de San Cristóbal, dio cuenta de los consagrados europeos en este tipo de llegada, final de la primera etapa de la edición 57ª de la Vuelta al Táchira en Bicicleta, frente a la plaza Bolívar de la capital tachirense, y con el triunfo pasó a ser el primer líder de la competencia.
Ciclistas bajo la dirección técnica del Team Mánager Gianni Savio habían dominado la apertura del giro tachirense en las últimas ediciones y este año, de acuerdo con lo sucedido en la etapa de apertura, un circuito metropolitano entre Táriba y San Cristóbal, con la disputa de ocho circunvalaciones para un recorrido de 123.9 kilómetros, todo apuntaba a que la hegemonía del combinado italiano se iba a mantener.
Un compatriota de Colón, Didier Merchán, integrante del equipo Drone Hopper Androni Giocattoli, dirigido por Gianni Savio, fue uno de los grandes protagonistas, siempre en punta de competencia, al extremo que estuvo en solitario durante un par de vueltas, para sacar una diferencia de más de dos minutos al lote de los consagrados.
El esfuerzo en carretera trajo consigo que fuera cazado en la séptima y penúltima circunvalación por el grueso del paquete, presagiando de inmediato un final en gran masa, que a la postre se dio, sin que los europeos pudieran vencer la resistencia del costeño sucrense, un consagrado esprínter en el continente americano.
142 ciclistas frente a la Basílica de Táriba
A las 10 y 30 de la mañana, y no a las 10, horario marcado por los comisarios, se dio la partida, honor que le correspondió al ministro del Deporte para el Poder Popular, Mervin Maldonado, para comenzar a rodar la competencia en forma controlada y la partida definitiva frente al Parque de la Marina, final de la avenida Libertador y comienzo de la autopista de Táriba.
La pandemia de la covid-19 obligó a la anterior Asociación Tachirense de Ciclismo a celebrar la edición 56ª bajo estrictas medidas de bioseguridad, trayendo consigo que la carrera no tuviera la connotación de otras épocas, muy poca afición en las salidas y llegadas, e igual en carretera.
Sin las restricciones de hace un año, pero sí con el cuidado propio de los aficionados y la caravana deportiva, merced que la pandemia sigue causando víctimas fatales, no en la proporción de 2021, gracias a las dosis de las vacunas, pero sí con secuelas importantes a lo largo y ancho del globo terráqueo, arrancó la edición 57ª del Giro Andino, con aficionados por doquier.
Un batacazo el circuito de apertura, la nueva Asociación Tachirense de Ciclismo, ente organizador de la carrera bajo la presidencia del dirigente deportivo y empresario Rubén Osorio, y el buen trabajo de William Rodríguez, quien ocupa una de las vicepresidencias de la ATC, amén del resto de dirigentes, se anotó un éxito, la respuesta de la afición fue apoteósica, miles de aficionados, de todas las edades, salieron a darle su espaldarazo a la Vuelta, como en sus mejores tiempos.
La respuesta de la afición ratifica que este circuito debe ser cita obligada todos los años en el giro tachirense; quienes sienten y aman el deporte de las bielas pueden ver y sentir a sus ídolos sin pagar un solo centavo, que sí ocurre en otras disciplinas deportivas, trae consigo que el ciclismo es un evento de multitudes, al aire libre, sin restricciones.
Un inicio de Vuelta al Táchira por todo lo alto, como ocurre en las grandes corridas de toros; literalmente hablando, se puede decir que la organización de la carrera “cortó orejas y rabos” y la salida a hombros de atletas y dirigentes.
El giro local apenas comienza, solo se disputó la primera etapa, 124.9 kilómetros, restan ocho, donde la caravana multicolor se topará con diferentes topografías: plano, media montaña y alta montaña, donde cada uno de los equipos y sus ciclistas tendrán la oportunidad de medir fuerzas, sacar sus propias conclusiones y al final de la Vuelta, el domingo 23 de enero, en la pista del velódromo “J.J. Mora” de Pueblo Nuevo, subir a lo más alto del podio la tripleta del 1-2-3: campeón, subcampeón y tercer lugar.
Hoy se corre la etapa número dos
A las 10 de la mañana, frente a la hacienda Los Almendros se pondrá en marcha la segunda etapa, totalmente plana, la fiesta de los ´pasistas´, un recorrido de 167.9 kilómetros, con la disputa de cuatro esprints, dos bonificables y dos puntuables. El final será frente a la plaza Bolívar de Ciudad Bolivia. Homero Duarte Corona