åLausana, Suiza. AFP. A poco más de 400 días de la apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio, aplazados de 2020 a 2021 por la pandemia del nuevo coronavirus, el Comité Olímpico Internacional (COI) hará un análisis de la situación de los preparativos, este miércoles, y recibirá igualmente un informe sobre los de París-2024.
Los Juegos de la XXXII Olimpiada deberían haberse inaugurado el 24 de julio de este año, pero la apertura será exactamente en 408 días, el 23 de julio de 2021.
¿Para entonces estará controlada mundialmente la pandemia del COVID-19? ¿Habrá una vacuna disponible? Sin ella, advirtió el sábado el belga Pierre-Olivier Beckers, uno de los dirigentes en auge en el COI, los Juegos de Tokio podrían anularse, ya que no sería posible un segundo aplazamiento.
“Los Juegos (de Tokio) se disputarán en 2021 o no se disputarán”, declaró a la prensa Beckers, que ocupa el puesto estratégico de presidente de la Comisión de Coordinación de los Juegos de París-2024.
“No es planteable un proyecto de este calibre durante mucho tiempo, con costes colosales y miles de personas movilizadas”, apuntó.
En ese contexto, en el que el Comité Olímpico Internacional decidió no hacer festejos o actos en julio cuando quede un año justo para el inicio de los Juegos, las incertidumbres ligadas a la pandemia deberían estar en el centro de las discusiones del ejecutivo olímpico, el miércoles, bajo la dirección del presidente Thomas Bach.
Durante esa reunión, que tendrá lugar a distancia entre las 12h00 (10h00 GMT) y las 15h00 (13h00 GMT) locales, los dirigentes olímpicos escucharán el contenido de un informe de John Coates, presidente de la Comisión de Coordinación de los Juegos Olímpicos de Tokio.
El australiano debería abordar la cuestión de las instalaciones de las pruebas y, sobre todo, de la Villa Olímpica, que en principio debía ser entregada a sus futuros ocupantes al término de los Juegos en este 2020.
Coates también abordaría las vías para tratar de reducir costes ante el aumento de la factura por el aplazamiento olímpico.
La prensa japonesa ha especulado ya con una ceremonia de apertura reducida y un número de espectadores limitado.