Deportes
Diego Armando Maradona dejó huella en el “Templo del Fútbol”
26 de noviembre de 2020
Doblete del as argentino en el choque premundialista México 86, con triunfo de la “Albiceleste” por 2-3 ante la Vinotinto.
Por Homero Duarte Corona
Diego Armando Maradona convulsionó la frontera colombo-venezolana. Arribó por el aeropuerto “Camilo Daza” de Cúcuta, para de allí, vía terrestre, junto a su selección, viajar a San Cristóbal.
Centenares de aficionados de ambos lados, colombianos y venezolanos le presentaron el saludo a su ídolo, entonces con 25 años a cuestas, una especie de “Dios” del balompié universal.
En los hechos, en el gramado del estadio Pueblo Nuevo, la lucha de David contra Goliat, un seleccionado nacional de jugadores sin ninguna aureola, contra un rival plagado de estrellas, la crema y nata del fútbol mundial.
La hinchada tachirense y nacional, los presentes, más de veinte mil almas pujando en las graderías del ahora remozado escenario sancristobalense y millones de televidentes a lo largo y ancho de la geografía nacional viendo el partido por la pantalla chica.
Walter “Cata” Roque en el banquillo de la selección criolla, y el médico-entrenador Carlos Salvador en la acera del frente; cada estratega con sus armas y estilos, pero el mundo del fútbol sabedor de la gran diferencia, una superioridad inmensa de Maradona y su corte; ante un modesto combinado nacional, más corazón, garra y riñones, y el respaldo de la mejor afición del país, empujando a su equipo segundo a segundo con él transcurrir del partido.
Una utopía pensar en un triunfo del combinado patrio, los más optimistas solo atinaban a pensar en una caída honrosa, que no salieran goleados el técnico uruguayo-venezolano y sus jugadores.
Cincuenta y cinco años después del nacimiento de la Copa Mundo, la eliminatoria Sudamericana de cara al Mundial de México 86, de nuevo Venezuela con la ilusión de izar en todo lo alto por primera vez el pabellón patrio.
Doblete de Maradona
Pese al “perro de presa” que le puso el entrenador Walter Roque al genial N-10 argentino, Nelson Carrero-elogiado luego del partido por Maradona por su lealtad y buenos oficios en la marca-, la estrella argentina se salió con la suya, en par de ocasiones le profanó el pórtico a un descontrolado César “Guacharaca” Baena, primero a través de un tiro libro, con su prodigiosa pierna zurda y un cabezazo en el cobro de un tiro de esquina por el sector derecho. Pese a su estatura, se metió entre los dos centrales venezolanos y envió el cuero al fondo de la red.
Venezuela empató, el 1-1 transitorio, mediante un violento disparo de René “Vitamina” Torres, a más de 30 metros de distancia, venciendo la resistencia del “Pato” Fillol.
El defensor Pasarela y el propio Maradona pusieron el 1-3, y el defensor central Pedro Acosta anotó el 2-3 definitivo.
No fue goleada Venezuela, tampoco dio lástima, reconociendo la superioridad de Argentina, pero quedó en la mente y la retina de la afición nacional los malabares De Diego Armando Maradona, para muchos el mejor futbolista de toda la historia en el planeta tierra.
Treinta y cinco años después de esta visita histórica de Maradona, Venezuela continúa esperando que el sueño de ir por primera vez a un Mundial de Fútbol de selecciones de mayores se haga realidad.
Y tres décadas y media luego, el mundo del fútbol llora la partida De Diego Armando Maradona. Este miércoles 25 de noviembre, recién cumplidos los 60 años, un infarto al corazón acabó con su existencia, en su querida Buenos Aires.
Con la ida al más allá del inmortal Maradona, el mundo del fútbol lo seguirá idolatrando; pero en este valle de lágrimas, el brasileño Edson Donacimento, mejor conocido en el mundo como el Rey Pelé, quien recientemente cumplió 80 años, seguirá en su trono; y en la cancha, el también argentino Lionel Messi, figura indiscutible del balompié universal, ficha del FC Barcelona de España e indiscutible de la selección de su país, seguirá deleitando a los millones de aficionados con su genio y sus goles.