Madrid/Barcelona, oct (EFE).- El clásico del fútbol español recupera todo su esplendor con el regreso de la mejor imagen del Barcelona gracias a la apuesta futbolística de Hansi Flick, que encara el reto mayor en casa del vigente campeón, un Real Madrid dominante en los últimos capítulos, que tras apelar a la épica para recuperar su identidad en la ‘Champions’, pretende dar caza en el liderato liguero a su eterno rival.
El primer pulso entre Carlo Ancelotti y Hansi Flick en los banquillos de Real Madrid y Barcelona, en el encuentro que paraliza el mundo y que recupera toda su grandeza. Un clásico con porteros suplentes, sin el factor decisivo que imprimen con sus paradas en momentos claves de los partidos Thibaut Courtois y Ter Stegen.
El pulso brasileño por ser el jugador del momento entre Vinícius y Raphinha. El primer clásico de Kylian Mbappé. Las ganas de volver a brillar como hiciera el pasado curso en estas citas de grandeza Jude Bellingham -autor de tres tantos en los dos clásicos ligueros-, o de conquistar por primera vez el Santiago Bernabéu de Lamine Yamal. Tantos alicientes en una coctelera para dar un trago del mejor espectáculo futbolístico en La Liga.
Con un Real Madrid que tiene en su mano igualar el récord histórico del Barcelona de 43 partidos sin perder en Liga, una racha sin fin que inició en la única derrota del último torneo, en el Metropolitano, visita en un derbi ya superado esta temporada, que se le escapó en el último suspiro en uno de los tres empates cedidos lejos de Santiago Bernabéu que le sitúan por detrás del Barcelona tres puntos en la clasificación.
No será el único registro a tiro para el conjunto madridista, que en caso de vencer igualaría su segunda mejor racha de triunfos consecutivos en un clásico, hasta cinco. Y para ello se presenta un apasionante duelo táctico. Con Ancelotti frotándose las manos si Flick mantiene su valentía con una línea defensiva adelantada ante el riesgo que ello conlleva ante futbolistas veloces del perfil de Vinícius y Mbappé. Centrado a su vez en recuperar la fortaleza defensiva que se desplomó ante el Borussia Dortmund, en un partido que desea convertir en punto de inflexión.
El 0-2 al descanso que complicaba la situación en la ‘Champions’ provocó la reacción tan esperada por el madridismo, el reencuentro con el equipo que nunca da nada por perdido y desde la mística, es capaz de levantar cualquier situación, por adversa que sea, en su contra. Los cinco goles en media hora, el triplete de Vinícius a días de recibir su primer Balón de Oro, el cambio de actitud, la fortaleza mostrada, son aspectos que Ancelotti y su plantilla desean extender en el clásico.
Y lo buscará con un nuevo retoque táctico, el regreso al 4-4-2 por la lesión muscular de Rodrygo. Fortaleciendo un centro del campo en el que menguan las opciones de mantenerse de titular de Luka Modric, para dar paso al poderío físico de la pareja francesa Aurélien Tchouaméni-Eduardo Camavinga como antídoto a la sala de máquinas barcelonista. Con confianza en Andriy Lunin que suple a Courtois tras ser clave en los últimos triunfos con sus paradas salvadoras. Y un sistema de ayudas al duro examen para Lucas Vázquez en un lateral derecho sin el liderazgo de Dani Carvajal, en el difícil reto de poner freno al mejor momento de la carrera de Raphinha.
El Barcelona, tras golear a su “bestia negra” europea, el Bayern de Múnich (4-1), en la Liga de Campeones, quiere confirmar que vuelve a estar entre los grandes con una victoria de prestigio en el primer clásico de la era Flick. Líder de La Liga, va como un tiro, y desea darse un nuevo baño de autoestima profanando el Bernabéu y poniendo aún más tierra de por medio en la lucha por el título. EFE