Londres, may (EFE).- El Crystal Palace celebró la consecución de la FA Cup el pasado sábado con un triunfo ante el Wolverhampton Wanderers para despedirse esta temporada de su afición en Selhurst Park.

Los ‘Eagles’ utilizaron este encuentro para ofrecer la FA Cup a su gente y para homenajear a Joel Ward, su capitán, que dejará el club este verano al término de su contrato.

Y no lo pudieron hacer de mejor manera, ganando al Wolverhampton Wanderers en un relajado partido en el sur de Londres. Ninguno de los dos equipos tenía nada en juego y el tono de casi amistoso se notó en todo momento, como se pudo ver en la facilidad de los dos equipos para marcar goles.

Los ‘Wolves’, con Matheus Cunha en el banquillo ante los rumores de su posible salida, se adelantaron a los veinte minutos en un cabezazo de Agbadou que tuvo que validar el reloj del árbitro porque había dudas de que hubiese cruzado la línea.

Pese a que podía parecer que el Wolves se aprovecharía de la resaca del Palace, que ganó la FA Cup hace tres días en Wembley contra el Manchester City, los ‘Eagles’ remontaron antes del descanso gracias a un doblete de Eddie Nketiah.

El ex del Arsenal hizo bueno un jugadón de Romain Esse por la banda para empatar a uno y unos instantes después remató a placer un centro de Sarr para poner al Palace rumbo a la victoria.

Nada más pasar por vestuarios, Ben Chilwell, jugador cedido por el Chelsea, clavó una falta desde la frontal, con ayuda de un jugador del Wolves que desvió la pelota y le cambió la trayectoria a Dan Bentley, portero del Wolves.

Jorgen Strand Larsen, otra vez a la salida de un córner, acercó a los Wolves en el marcador, pero la victoria la selló en los últimos instantes Eberechi Eze y dio paso a unas celebraciones con pasillo de honor para Ward y dos vueltas al campo para honrar al central y para mostrar la FA Cup al público.